BCCCAP00000000000000000000152

2 5 0 C a p ít u l o X V los hechos y a ellos me remito. Se ha esgrimido contra mí la ignoble [sic] arma de la calumnia y los Superiores, en vez de ampararme, con su proceder le han dado apariencias de verdad y me han deshonrado, tanto o más que los mismos calumniadores. No quise aprobar la conducta del Comisario Apostólico contra sus Definidores, su falta de residencia en los conventos, las perturbaciones que causaba con sus continuos traslados de religiosos, remociones y nombramientos de Superiores locales, el manejo de dinero sin rendir cuentas anadiey otros procederes semejantes y por eso incurrí en su indignación y sepuso de parte demis calumniadores entre los cuales pretendió incluir al mismo Sr. Obispo de Pamplona. No quise aprobar las maquinaciones de la Curia Generalicia contra el Comisariato y he reprobado la equívoca táctica con que alentaban a unos contra el Comisario y animaban a éste a ser duro e implacable contra los que desaprobaban su proceder. En términos claros, pero respetuosos y corteses, le escribí al Comisario Apostólico, Fr. Joaquín de Llevaneras, que debía corregir su conducta si quería que cesara el clamoreo que contra él se había levantado y se restableciera la paz entre los religiosos y que, si esto hacía estaría a su lado, y si no, no porque no quería pasar, como pasaba, por cómplice y consejero de su reprobable conducta. Escribí al Ministro General indicándole, entre otras cosas, lanecesidad de que viniera a España si quería saber la verdad de lo que pasaba entre nosotros y que, mientras no la supiera, no debía tomar ninguna determinación. En 1893 expuse a la S. Congregación los graves desórdenes que por culpa de los Superiores Mayores se perpetraban en España y no quise retirar esas denuncias y, por esto, incurrí en la indignación del Ministro General, del Procurador General y de Fr. José Calasanz de Llevaneras Siento no poder copiar las cartas que en contestación a las mías me escribieron el Ministro General y el Procurador General. No las tengo. En el día dos de octubre de 1904 me robaron 2.204 pesetas que guardaba endepósito y una cartera de chagrín que teníadesde 1875. En ellaguardaba la partida de bautismo, confirmación, títulos de Ordenes Menores y

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz