BCCCAP00000000000000000000152

2 3 4 C a p ít u lo X I I I “Me voy de laOrden no porque esté disgustado de sus leyes, ni porque se me haga insoportable su observancia, sino para no ser víctima de las calumnias y de las persecuciones, y huir del peligro que éstas encierran ya para el cuerpo ya para el alma. “Vine a la Orden con un gran fondo de fe y con un concepto ventajosísimo de los religiosos, especialmente de los Superiores y, principalmente, de los Superiores Generales. El fondo de fe aún lo conservo por la gracia de Dios a pesar de todos los pesares, pero me voy profundamente escandalizado de lo que he visto y oído y de lo que me ha pasado: la experiencia me ha enseñado que entre los religiosos, así súbditos como Superiores, hay de todo: hay buenos y hay malos; los hay que no son ni carne ni pescado; hay algunos muy buenos y algunos que son muy malos, tan malos que no tienen ni conciencia, ni corazón, ni perdón “ ¡Pobres Capuchinos de España, cuán pocos se salvarán!. Muchos son los que callan, hacen la vista gorda, lo dejan pasar todo para no perder los cargos y las dignidades que tienen; otros guardan silencio y disimulan para no cerrarse la puerta a los honores que ambicionan; otros aprueban lo que en conciencia, según todas las leyes divinas y humanas, deben condenar para estar en gracia de ciertos religiosos y poder vivir como les da la gana. “La alternativa de los religiosos que condenan lo que según la ley de Dios se ha de condenar, es ésta: o marchar de la Orden, o ser mal vistos y motejados de rebeldes y revolucionarios en su seno. ¿Y quién puede aguantar muchos años tan dura situación?. Peligrosa y difícil de vencer es esta tentación, y no es de extrañar que muchos sucumban a ella o que se vayan de la Orden antes que caer. “Me habéis precipitado, me habéis puesto en el disparador, en el borde mismo del precipicio. Me habéis herido y habéis envenenado mis heridas, como lo habéis hecho a otros muchos que se han visto obligados a tomar la misma dirección que yo. He vivido en la Orden durante 24 años bien cumplidos, desde el 11 de julio de 1869 hasta fines de 1893; pero tristes

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz