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1 7 4 C a p ít u l o X I preocupaciones que tenía contra mí. No pasó más en esta entrevista y me retiré satisfecho Al cabo de unos trece meses recibí las letras obedienciales para pasar a España y las de afiliación a la Provincia de Toledo con residencia en Antequera Salí, pues, el 30 de abril de 1892 de Aix para España, después de haber sido muy bien despedido por el P. Ministro Provincial y demás religiosos de Marsella y de Aix y el día 7 u 8 de mayo llegué a Antequera por haberme detenido un par de días en la residencia de los Capuchinos de Barcelona donde estuvo muy afectuoso conmigo el P Provincial Fr. Francisco Javier de Arenys de Mar, el P. Ruperto de Manresa y mi exdiscípulo Fr. Gregorio de Peralta. Fui bien recibido también en A n tequera Allí estaban de familia el P Bernabé de A sto rga y el P. Lorenzo de Mollina, de quienes será preciso hablar bastan te todav ía. A los pocos [días] vino el M inistro Provincial, Fr. Fermín de Velilla. A él en tregué la carta que me diera el P. M in istro Provincial de la Prov incia de Lión; la leyó en el acto, quedó muy complacido de su con ten ido y me dijo que la archivaría Le referí lo que me había pasado en 1884 y 1885 y en la Visita Canónica en Aix con el P. M inistro General. M ostróse conforme conmigo en que no ob raron bien dejando sombras y dudas en orden a la ortodoxia de mis doc trinas y que éste era un pun to que debía haberse aclarado bien para obligarme a la retrac tac ión si realmente no eran ortodoxas o hacer púb lica mi inocencia si lo eran. Me indicó que tanto él como los Definidores Provinciales querían nombrarme lector. Me permití aconsejarle desistieran de este propósito, porque a pesar de la conducta que el P. Ministro General observó conmigo en Aix en 1891, temía, sin embargo, que ese nombramiento no sería bien visto del P. Procurador General y que le serviría de pretexto para reanudar las hostilidades contra mí y emprenderlas contra el Definitorio Provincial. El Ministro Provincial no fue de mi parecer y, pasados los grandes calores del verano, fui nombrado lector. En Antequera residí hasta fines de diciembre de 1892, dedicado a la enseñanza y al ejercicio del ministerio sacerdotal, prediqué en Archidona y Montilla.
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