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EL P. JO A QU ÍN DE L LE V AN E R A S E X C O M IS A R IO A P O S T Ó L IC O P R O V IN C IA L Ú N ICO DE E SPAÑ A C a p í t u l o X El Comisariato dejó de existir en los dos primeros meses de 1885; en su lugar se creó una Provincia única y el único Provincial, P. Joaquín de Llevaneras. Lo que ocurrió en marzo de 1885 auguraba bien claramente que las discordias, las disensiones, los escándalos, los antiguos males seguirían lo mismo que antes y aun en mayor escala. El nuevo Provincial inauguró su nuevo mando persiguiendo ferozmente a cuantos religiosos no eran de su agrado. Ya hemos visto de qué manera se presentó en Pamplona, lo que dijo y lo que me hizo. A los estudiantes se les dio por lector al P. Fermín de Centellas con quien no pudieron avenirse en manera alguna: todos ellos fueron, más o menos, hostilizados por no querer renegar. No se les hablaba, sino de las excelencias del nocedalismo y en público refectorio, en lugar de la lectura espiritual se leía El Siglo Futuro para sanear la atmósfera que yo había corrompido con mi liberalismo y el P. Vicente de Tafalla hacía frecuentes pláticas contra el liberalismo para destruir el efecto de mis perniciosas enseñanzas. Todo el empeño era hacerme pasar por liberal, que fuera tenido por liberal, que se creyera había resultado ser verdadera la acusación que contra mí había hecho el P. Vicente de Tafalla (según todas las probabilidades), primero a la Autoridad eclesiástica de Pamplona y, después, a la Curia Generalicia. A la explosión de llantos y gem idos (no hablo en sentido figurado sino en el real y verdadero ) con que fueron acogidos los decretos de mi d e s titu c ión y expu lsión , c o n te s tó fríam en te el P. Jo aqu ín de Llevaneras: “No basta ser sabio; es necesario ser v irtuoso” Estas palabras, dichas como se dijeron, y en la ocasión en que se dijeron, eran una verdadera calumnia y revelaban una muy mala intención.

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