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P erfil B iográfico del P. C ayetano de I gualada 13 supremo gobierno de los religiosos debía ser alternativo entre España y el resto del mundo, de forma que, cuando el general no era español, gobernaba alos religiosos deEspañay sus posesiones unvicariogeneral con plena autoridad de gobierno, totalmente independiente. Fuera o no una conjuración, lo cierto es que tuvo éxito entre aquellos capuchinos españoles que así lo habíanpretendido. Se logra que el MinistroGeneral con suDefinitorio lo destituyesey, ensulugar, nombrara, con fecha8 de marzo de 1881, como tal Comisario Apostólico de los capuchinos españoles al P. JoaquíndeLlevaneras, hermanodel futurocardenal Vives, FrayJoséCalasanzdeLlevaneras, quienseencontrabaenlaCuriaGeneral capuchina como miembro de lamisma. De las primeras actuaciones del nuevo Comisario, con respecto a nuestrobiografiado, que seguíaenPamplona, fueproponerle el cargode secretario suyo. Acepta, apesar de estar convencido que no era esta su vocación, ni correspondía a sus gustos e inclinaciones, que, más bien, eranestarestableytranquiloenunconventoparadedicarsealos estudios. Piensa, con todo, deba acceder a ello, a fin de que no se le pudiera considerarhostil al nuevogobierno, yaque, aunquenoestabadeacuerdo con la forma de gobernar del anterior Comisario Apostólico, no tomó, sinembargo, unaposturaclarayabiertaenluchaporsusustitución. Queda confirmadoestenombramiento suyoenlaprimerareuniónque los nuevos superiores tienen, el Comisario conlos dosDefinidores, enFuenterrabía, enel mes dejunio de 1880. Enella, además deotrasmuchas resoluciones quesetomaron, sedeterminóqueel nuevoComisarioApostólico visitase todas las fraternidades entonces existentes en España. La comienza, más de un año después, acompañándole el padre Cayetano, como ya secretario oficial El primero de los conventos que se visita fue el de Sanlúcar de Barrameda, adonde llegaronel día2 o 3dejuliode 1881. La formacomo sedesarrollanestasvisitasnoesdesuagrado, pues sehaceninterminables con largas conversaciones con cada uno de los religiosos y, según él escribe, sinlapretensióndeponer los remediosycorrecciones necesarios alosabusosquesedaban. Así continúaluegoportodos losotrosconventos

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