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102 C apítulo V I La sabiduría y justicia de los hechos no han sido tan grandes como la justicia y la sabiduría de las leyes. ¿Pero acaso la vida de la generalidad de los cristianos es tan perfecta como la doctrina de Jesucristo? Si la legislación de Indias no fue siempre puntualmente ejecutada, es un hecho evidente que se tuvo muy en cuenta. La raza indígena no sólo no ha sido exterminada, sino que constituye el núcleo más grande de la población agrícola; y la mestiza de indio y español, de español y negro, y de negro e indio forma la casi totalidad de la población hispano americana; las familias de raza española pura son muy pocas. Más duros fueron los españoles con la raza negra que con la indígena; para aliviar a ésta fue introducida aquella; pero ni con la negra ni con la india se mostró sin entrañas, sin misericordia. Claro es que esta mezcla, amalgama y fusión de razas no fue obra de la carne y de la sangre, sino obra del espíritu y doctrina de Jesucristo. Los españoles tenían pasiones como los demás hombres; mas los de aquellos siglos eran hombres de arraigadas creencias católicas; y, más o menos, tarde o temprano, cedían al freno de la Religión. Esta acabó por imponerse y, por eso, España en la América que dominó, hizo una obra grandiosa, una transformación moral, social y civil que ninguna otra nación del mundo ha hecho nada igual. Esta hermosa obra de humanidad, cristianismo y civilización sufrió un golpe mortal con la independencia. Esta fue prematura e inoportuna y animada, además, por el espíritu y principios de la revolución de 1889, del espíritu liberal y masónico que tantas ruinas ha causado en ambos mundos. Los orígenes de la independencia hispano-americana es tán en las soc iedades pa trió ticas y de amigos del país que principiaron a fundarse en el reinado de Carlos III. En la apariencia eran recreativas, científicas, literarias; pero en realidad eran liberales y masónicas y perseguían fines políticos antiespañoles y anticatólicos. En estas sociedades, que en pocos años se propagaron a la mayor parte de las ciudades importantes, se formó y creció el partido nacionalista que fue para la América española lo que el partido reformista en España.

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