BCCCAP00000000000000000000152

C a p í t u l o V I OJEADA RETROSPECTIVA SOBRE LA AMÉRICA ESPAÑOLA Entre la América española y la anglo-sajona hay indudablemente una gran diferencia; hemos visto una y otra; no mucho, pero al fin las hemos visto ambas y, fundados en lo que hemos visto y en lo que hemos leído, podemos decir dos palabras en orden a la indicada diferencia. Bajo el punto de vista industrial, comercial y comunicativo la ventaja que lleva la América anglo-sajona sobre la española es muy grande y lo mismo en el orden puramente científico y artístico; en el literario ya no es tan notable y, menos todavía, en el moral y religioso. Es indudable que las creencias religiosas están bastante quebrantadas en la América española, pero no lo están menos, quizá lo están más, en la anglo-sajona. Si en los Estados Unidos hay doce millones de católicos, hay también unos doce millones que no profesan religión alguna. La multiplicidad de religiones y su igualdad ante la ley civil se mira en Norte América como un hecho natural. No hay duda que los católicos que entienden la religión saben que no ha de haber más que un Dios, una religión y un bautismo; que la pluralidad de religiones es contraria al derecho natural y al divino positivo y, por lo tanto, a la sana constitución de la sociedad civil; saben que es un mal que no hay más remedio que aguantar mientras no se puede destruir, como las enfermedades, por ejemplo, que mientras no se pueden curar no hay más recurso que soportarlas. Pero son muchos los católicos que, por ignorancia, opinan que la libertad de cultos, tal como está establecida en Norte América, es cosa natural. En la América española este error ha encontrado siempre la más viva oposición y, para destruirlo y sostener incólume el gran principio

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz