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J O S E D E C A L A S P A R R A tellón, Ex-Letor de Theologia, Provincial que ha sido una y otra vez en su Provincia de Capuchinos de Valencia. Y del R. P. Fr. Matheo de Valencia, Ex-Letor de Theologia, Ex-Difinidor, y Guardián en la misma Provincia, etc.», suscrita en Valencia 18 de mayo de 1737 (9r-10r).— Censura del mínimo Juan Villalonga : Valencia 6 de mayo de 1737 (10r-13r). — «Imprimatur. Dr. Arenaza, Gub. et Vic. Gen.» (13r). — «Indulgencias» (13v). — Texto, dividido en dos partes: I con «Advertencias previas a esta noble y an­ tigua devoción», con doce párrafos, que son un curioso y erudito tratado sobre los santos arcángeles Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Sealtiel, Baraquiel y Jehudiel (1-100); II con «Modo de practicar este septenario» (101-221). — «Autores y Lugares que van citados en este librito» (222-226). — «Indice de lo que se contiene en este librito» (226-230). Por vía de curiosidad reproducimos el ginas 145-50 : Príncipes del Cielo Empíreo, Siete del Tusón de Oro, A quienes vestir de glorias Hizo Dios empeño propio. Vosotros que en la hermosura Que se admira en vuestros rostros Vencéis mil luceros bellos Y mil soles luminosos. Hijos del Omnipotente, Del cielo primer adorno, Que pudisteis darle esmaltes A más de lo primoroso. Astros de primera esfera De bello matiz hermoso, Que en virtudes y prodigios Sois un pasmo y mil asombros. Ilustrísimos Señores, En cuyos brillantes ojos Puso Dios de sus piedades El más relevante abono. Capitanes esforzados Contra el infierno orgulloso, Guardas del honor divino Del cielo en el capitolio. Primogénitos de Dios De alta estirpe generosos, Que en poder y amor vencéis A todos los nueve coros. Columnas siete en que estriba Del mundo el gobierno todo Y donde el Verbo de Dios Puso su alcázar y solio. Supremas inteligencias En cuyos pechos gloriosos Deposita el Padre Eterno Secretos misterios hondos. Amigos del Rey Supremo, En quienes está el tesoro Por donde Dios a los hombres Se nos muestra manirroto. Madrid, BN. siguiente romance, que aparece en las pá- Fuentes de felicidad, Donde corren como arroyos Las dichas para inundar A los mortales de gozo. Lirios del jardín de Dios Hermosos como mil oros, Que en las fragancias de amor Son ya sus candores rojos. Rayos del poder divino De efectos maravillosos Todo amores para unos, Todo enojos para otros. Lámparas de luz flamante Entre incendios misteriosos De los destinos de Dios Siete brillantes apoyos. Miguel, Arcángel sublime ; Gabriel, Paraninfo hermoso ; Rafael, Médico excelso, De los dolientes custodio ; Sealtiel, el Orador ; Jehudiel, del cielo Asombro, Que a esos brillantes tachones Das hermosura y decoro; Uriel, Luz sagrada y bella, De los ánimos reposo, De quien tenemos los bienes Sin dádivas ni sobornos ; Baraquiel, que en bendiciones Inundas el orbe todo, Porque en ti está la gracia, El erario y el tesoro : Rogad con benignas preces De Dios en el consistorio Por los que somos de veras Vuestros amantes devotos, Para que el amor divino Haga de estos pechos broncos Para su descanso un Templo, Para su grandeza un Trono.