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I N T R O D U C C I O N No podemos cerrar este apartado sin hacer alusión a los sucesos de la guerra de sucesión. La mayoría de los capuchinos valencianos fueron par­ tidarios del archiduque Carlos ; al sobrevenir la derrota de Almansa sufrió la provincia sus consecuencias : perdió por algún tiempo el convento de Muida, que se anexionó a la de Andalucía, y estuvo gobernada en forma anómala por el P. Salvador de Elche como comisario real y apostólico. Solamente la virtud de los religiosos, la excelente preparación cultural de los mismos y una prudencia exquisita en todos hizo posible que no se derrumbara su edificio y que se rehiciera con toda pujanza. T e r c e r p e r í o d o . — Desde la visita del P. Colindres hasta la exclaustra­ ción (1745-1835). En 1745 viene a la provincia el Rmo. P. Pablo de Colindres en calidad de visitador general (13 oct. 1744) y luego de visitador apostólico y refor­ mador por motu proprio de Benedicto X IV (10 may. 1745). Esta visita es de tanta trascendencia que bien puede determinar un período de la historia de la provincia. La motivaron las perturbaciones que se lamentaban a causa de las ordenaciones que en 1735 había dado el visi­ tador general P. Félix de Parma ; había erigido en la provincia tres cus­ todias y había establecido la rotación o turno entre ellas del provincialato y de los principales cargos y oficios ; el P. Colindres, basándose en lo hecho por el P. Parma, redactó unas sapientísimas ordenaciones, cono­ cidas con el nombre de Catastro del P . Colindres, por las que se rigió la provincia hasta la exclaustración y aún después. Carecemos de suficientes datos estadísticos de este período, pero re­ sultan elocuentes los siguientes : Convento» Sacerdote« (Predicadores) Coristas I.cgos Total 3 junio 1740......................... 19 339 (246) 53 136 528 15 mayo 1782......................... 19 300 (244) 60 123 483 4 junio 1830......................... 19 245 (218) .56 106 407 En este período, por una parte, hay ansias de superación religiosa, por la que se llega a la fundación del colegio de misioneros, casa de estricta observancia, de Monóvar, con ocasión de la segunda visita general del P. Colindres (1764), que encontró muchos religiosos admirablemente dis­ puestos ; por otra, se resiente la provincia de la imprudente intervención de los poderes civiles y de la influencia nefanda de las perturbaciones po­ líticas. Tuvo resonancia la abolición de los discretos (1747), que ya antes se había soportado (1649-1728). El decreto sobre estudios del general P. Serafín de Ziegenhanls (1757) encuentra admirable aceptación en la provincia. En la serie de provinciales se distinguen : P. Andrés de Valldigna (1773), quien reorganiza la provincia y principalmente los estudios y da impulso al movimiento misional, recabando para el ministro provincial el cargo de — X I I —

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