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C apítulo V il. A ctividad en U ltam ar - 635 actividad y se estimularon mutuamente hacia la realización más generosa de la misma. También entonces, y con más fuerza, los misioneros capuchinos manifestaron sin equívocos cuál era su actitud frente a la elección de un nuevo Vicario Apostólico, y esta actitud fue apoyada por los superiores de la Provincia y de la Orden. Con todo, la Santa Sede optó, una vez más, por encomendar a los capuchinos la tarea de regir la Iglesia de Aguarico, y en el año 1990, dos años y medio después de la muerte de Mons. Alejandro Labaca, era elegido el nuevo Vicario Apostólico, en la persona de Mons. Jesús Esteban Sádaba, quien iniciaría su labor misionera y episcopal simultáneamente, después de su ordenación episcopal en Pamplona, el día 3 de abril de 1990. 5 .2 . Esta mentalidad de avanzar decididamente hacia la “ indigenización” de la Iglesia de Aguarico puede apreciarse también en el esfuerzo de crear las condiciones mínimas para dicha tarea, a través del crecimiento de agentes de pastoral laicos, oriundos del lugar, y la iniciación de unas bases firmes para la aparición de un clero nativo ecuatoriano. El Superior Regular, en el Capítulo Provincial del 84 resumía así la tarea propuesta por los capuchinos: “ Estamos convencidos que para la evangelización e implantación de la Iglesia, tenemos que empeñamos prioritariamente en la formación de los agentes de pastoral, seglares comprometidos, con el fin de que puedan surgir comunidades cristianas. De aquí el empeño puesto por los misioneros, tanto en la zona del río como en lazona de colonización por la formación de catequistas, monitores de alfabetización de adultos, profesores bilingües, líderes para pequeñas organizaciones populares del campesinado. También reina una fuerte convicción de que la implantación de la Iglesia nos exige un especial empeño en la formación de vocaciones para la vida sacerdotal y religiosa. De esta convicción surgió en Coca el ensayo de un Seminario que está funcionando gracias al sacrificio de todo el equipo de Coca y, principalmente, del padre José Miguel Goldaraz, a quien ayuda el padre Roque para la formación de los alumnos. Actualmente están

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