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C apítulo V II. A ctividad en U ltamar - 629 Pero, como veremos, esta actividad pastoral se inserta en un proceso de acompañamiento al movimiento indígena que dará un vuelco a toda la actividad misionera de la Iglesia de Aguarico. Este es el marco en el que trataremos de describir algunas acciones particularmente relevantes de la vida y de la actividad misionera que, por otra parte, van a sobrepasar los límites de este período y que van a dar carácter propio a la Misión Capuchina de Aguarico. 4.6. Si laprimeraépocamisionerade Aguarico sehabíacaracterizado por un proceso de abolición de la esclavitud indígena , en su dependencia de las haciendas existentes a lo largo del Ñapo, y en el que destaca de forma neta la figura señera del padre Camilo Mújica, este segundoperíodopuededefinirse como el período de la organización indígena. El ambiente estaba preparado para que el pueblo quichua, disperso a lo largo del Ñapo y en el arranque de sus afluentes más importantes, concientizara su identidad de grupo y se organizara en comunidades que les permitieran fomentar y defender sus derechos de grupo humano. El animador más importante de este largo proceso fue José Miguel Goldáraz, recientemente llegado de Filipinas. Existe en el mismo un primer período que se realizó de forma particular desde el centro de Pompeya y que consistió en cursos de formación y animaciónarepresentantes cualificados de las comunidades quichuas del Ñapo. Ellos fueron los primeros animadores cristianos de la comunidad, desde una mentalidad indígena, que fue esmeradamente cultivada. Comenzaron a descubrir que el mensaje cristiano podía tener un lenguaje cultural propio y que el mismo potenciaba y embellecía sus valores y su mundo indígena. A partir de este grupo de líderes indígenas se inició el proceso de organización. Se forman estructuras comunitarias que aglutinan las familias quichuas del Ñapo, ya constituidas en comunidades naturales, apareciendo lo que posteriormente se denominarán Comunas, con