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C apítulo V I. A c tiv id a d docente , literaria y artística - 5 4 9 espac io s ab iertos, llenos de luz natural y colorido. El a rqu itecto jugó con d iversas altu ras en la construcción , agrupando y dando cierta un idad den tro del con jun to a los n iveles y ciclos de enseñanza que ped ía la ley; lo do tó de clases amp lias y de tres escaleras que ayudan a una o rdenada evacuación de los alumnos. Fue una pena que quizás po r falta de p resupuesto se dejara de constru ir un salón de actos. D ispon ía de dos enorm es laboratorios, amplio com edo r y gran cocina, que no llegaría a estrenarse, locales para la Asociación de Padres de A lumnos, tu to rías y gab inetes psicopedagóg ico y médico. El costo del ed ificio hab ía sido grande: 55 m illones de pesetas, que al final inclu idos los muebles necesarios, ascendería a 78. El M inisterio concedió 12 m illones a fondo perdido y 23 como préstamo h ipo tecario a trein ta años. Para pagar el resto se vendieron los locales que hab ían servido de escuela en la calle A lican te y hubo que acud ir a p réstamos. No extraña que, para encarar este prob lem a económ ico , en d iciem b re de 1975 los capuch inos citaran en A samb lea General a los pad res de fam ilia del colegio, les p ropusieran form ar una coope ra tiva y hacerse p rop ietarios del centro. Los capuch inos sólo se reservarían la d irección del m ismo. La oferta no fue acep tada, pe rm itiendo , sin embargo, que se pasara a las fam ilias una aportación mensual vo lun taria para amo rtizar las obras. En 1996 tuvo que hacerse cargo de la h ipo teca la econom ía p rov incial, porque el co leg io no pod ía segu ir pagándola. No obstan te, el Co leg io San A n ton io gozó de subvención estatal y más tarde de concierto con el Estado. En el curso 1978-79 el d irec to r Luis Sarriés so licitó de la D irección General de Educación conve rtir el cen tro en un co leg io m ixto. La Adm in istración acep tó la petición , convencida tamb ién ella de que la coeducación favorecería la formación integral de los a lum nos y ayudaría a las fam ilias. Aunque el nuevo ed ificio estaba pensado para acoger tres líneas de EGB, es decir, para 24 aulas, nunca llegaría a llenarlas. En el curso 1985-1986 tendrá 23 y los 864

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