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C apitulo V . A c tiv id ad A postólica - 5 1 9 A lcanzándose con ambas ediciones un volumen de 75.000 ejemplares. Mención especial merece la publicación de los apuntes de misiones de Esteban de Adoáin, “Memorias. Cuarenta años de campañas misioneras en Venezuela, Cuba, Guatemala, El Salvador, Francia y España. 1842-1880 Edición preparada por Lázaro Iriarte, publicada en Caracas en este año 2.000, con jun tam en te po r la Universidad Cató lica Andrés Bello y la V icepostu lación , con una gran difusión por pa rte de la un iversidad americana. José Ángel Echeverría, al hacer la p resen tación del libro destaca el in terés del m ismo en estos térm inos: “ Las M emorias del P. Esteban son en realidad un “d iario de cam paña” en el que el au tor ano taba escuetam en te, para reco rdar luego en la so ledad de su celda, las campañas misionales predicadas en los distintos países americanos, (V enezuela, Cuba, Guatemala, El Salvador) y al final en Francia y España, en tre 1842 y 1880. Al hilo de sus ano taciones se pueden esp iga r num erosas noticias, au tén ticas perlas, sobre la situación po lítica, social y religiosa de aquellas repúb licas am ericanas que despertaban en tonces a la independencia, rep itiendo el esquema eu ropeo de la lucha an tagón ica entre el liberalism o an ticlerical y el trad iciona lism o iden tificado con el cato licism o . Aquí rad ica el in terés de las M emorias” . No con tab ilizam os el número de estampas, relicarios y recuerdos, y o tras obras m enores, que sumarían cientos de m iles, d istribu idos entre los devo tos que lo solicitan. 3. Adoáin. La atención al pueb lecito de Adoáin, cuna del Venerab le, y lugar de v isita de muchos devo tos, ha sido el punto de mira del V icepostu lador, impu lsando la promoción del lugar, con la restau ración de la iglesia parroqu ial, s. X II, y o tras in iciativas como el abastecim ien to de agua, nueva electrificación , pav im en tación de la ca rretera, etc., y de m anera especial la creación de un albergue, “R esidencia Esteban de A doá in” en Casa Peroch, prop iedad del Gob ierno de Navarra, ced ida a los capuch inos, con una buena