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C apítulo V . A c tiv id ad A postólica - 4 7 5 La fraternidad comenzó a trabajar haciendo opción por una pastoral fundamentada en lacreación de “Comunidades de base” o “Comunidades Cristianas Populares algo que estaba floreciendo con éxito en diversas parroquias de barriadas de las ciudades de España por aquella época. Para conocer mejor este movimiento bastarecordarlosrasgosquelodefinensegúnelprestigiosopastoralista D. Casiano Floristán: “Surasgoprincipal esel deautodenominarse “Iglesiaenlabase” o del pueblo y para el pueblo. Se centra en la eclesiología de la comunión, de la fraternidad, del pueblo de Dios, con un fuerte acentode lacristologíadel JesúsHistóricoydesucausadel reinode Dios. Enestascomunidades el sacerdoteesun“laicoordenado”, los responsables se erigen democráticamente según sus carismas, se respiraunambienteevangélicoysecular, hayreceloaloinstitucional jerárquico, predomina lo espontáneo y experimental. Este modelo pastoral comunitario opta por el pueblo, la defensa del pobre y marginado, lalecturadel evangelio en las exigencias de lajusticiay lateologíade la liberación”.... ( “ Teologíapráctica ”, pág. 641-43). El año 1977 afirmaba el cronista de esta fraternidad: “Nuestra interpretacióncristianaseapoyayrealizacadavezmás en las comunidades debase popular, descubrimiento y vivenciadel evangelio en la base, con la consiguiente abstención de la “masa” cristiana. Hemos abandonado al máximo la labor de funcionarios clericales. Hemos dejado en buena parte de tener influencia y autoridad en el barrio; somos mal o bienmirados, sin respeto, con una reconocida solidaridad con unos y enfrentamientos con otros” (B o l.O f (1977)28). Los religiosos compaginaronel trabajomanual enempresas con el serviciodeevangelizaciónenlaparroquia. Comounaconsecuencia natural de laideologíade lasComunidades deBase ensudefensade la libertad y lajusticia social del pueblo, tuvieron que sufrir serios

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