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C a p ítu lo I. O t r o s cin c o lu s tr o s - 41 2.3. El nuevo Ministro Provincial colocó entre las opciones de fraternidad el tema de los hermanos euskaldunes. Tanto durante el trienio anterior, como en el Capítulo, le dedicó una atención de nuevo estilo y con nueva sensibilidad; encauzó las aguas, pero la historia se encargó de probar que dichos buenos deseos no eran viables. 2.4. Así mismo se empeñó en llevar hasta el final los propósitos de la carta programática, sobre todo a base de los superiores locales y del capítulo local de cada casa. Muchos fueron presididos por él mismo, consiguiendo fomentar el diálogo entre los hermanos. La presentación de los consejos evangélicos durante el trienio le dio lugar para aportar muchas vivencias, que le bullían en el corazón. 3. Final del trienio Así finalizó el segundo trienio de Rufino María Grández, con un amplio horizonte de preocupaciones religiosas; eran, en parte, realidades y aspiraciones, y en parte, carencias, descubiertas en la Provincia. Se podía añadir todavía, como en apéndice, a varios problemas jurídicos que a sujuicio necesitaban atención y solución: Así las cuestiones que las Constituciones dejaban a la aplicación del Capítulo Provincial, el Libro de acuerdos votados con anterioridad, la aprobación de algunas fraternidades todavía no aceptadas y la representatividad de la Provincia en el Capítulo Provincial, obtenida a través de una consulta todavía no consolidada. Estas preocupaciones eran confiadas por el Ministro a los capitulares con discreción y modestia, "para que lesprestasen laatención quecreyesen conveniente".