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C a p ít u lo IV . L a F o r m a c ió n en l a P r o v in c ia - 4 1 1 2. Primerafase (1990-93) Como en el trienio anterior, pero con mucha más fuerza, el comunicado del Definitorio Provincial del curso 1990 dedica amplias recomendaciones al objetivo prioritario de la pastoral vocacional en las que se trata de implicar a todas las fraternidades en la tarea43. Ése era el mayor deseo. Y así se aprecia también en el animado primer Consejo Provincial del trienio 44 que tuvo por tema: la pastoral vocacional de la provincia 45. E l encargado de este ámbito, Hno. Eleuterio Ru iz, residente en Valdefierro , trata de situar la pastoral vocacional en dos marcos: en relación con el ámbito más amplio de la pastoral juven il franciscana (JU F R A ) y en el de las parroquias y colegios. E l indudable trabajo realizado parece que no obtuvo una respuesta comprometida entre las personas y fraternidades de la provincia. 3. Segundafase (1993-96) Se caracteriza esta etapa por una tenaz y paciente siembra, sobre todo por parte del P. Eleuterio Ru iz, residente ahora en Estella, en el campo de la pastoral ju ven il, Jufra en particular. A l finalizar el segundo año del trienio, el Defmitorio hizo una fuerte reflexión y libera al Hno. Gerardo Solas para que haga equipo con Eleuterio Ru iz y se dediquen en totalidad a la pastoral juven il y vocacional. La tarea desplegada por estos hermanos es muy notable, viéndose apoyada por no pocos hermanos pero, quizá, sin conseguir la anhelada implicación provincial. 3. Tercerafase (1996-99) Quienes más trabajan en este campo creen que no solamente por causa de la eficacia sino para el propio apoyo personal se hace necesaria la formación de una fraternidad que tenga como misión específica la pastoral juven il y vocacional. E l Hno. Provincial 46

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