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C apítulo III. L a v id a d e l a s f r a t e r n i d a d e s - 329 Describir en pocas líneas nuestra proyección apostólica es pretencioso; y con el sentimiento de no recoger todo podemos decir: atención pastoral de la parroquia con todo lo que esto conlleva en un barrio como Valdefierro de unos cinco mil habitantes, con un dinamismo fuerte y que emplaza la labor pastoral por los caminos de lo práctico, de la organización, de la participación de los laicos...; poco a poco hemos consolidado así nuestra tarea. Atendíamos a los colegios del barrio: Hermanos de La Salle con su escuela de formación profesional, Hermanas del Sagrado Corazón con su colegio de infantil y primaria, el colegio público del barrio, Jerónimo Blancas; compartíamos momentos con las Hermanas de la guardería infantil, Siervas de los Pobres; atendíamos la capellanía de las Hijas de la Caridad de Santa Ana que tienen un colegio de niñas deficientes en la carretera de Madrid, a unos cinco minutos del barrio; las Hermanas Capuchinas, nos pidieron los retiros del mes; las Carmelitas del barrio de la Paz de Zaragoza, nos pidieron poder compartir la eucaristía cada quince días los jueves... Y así otras muchas pequeñas tareas que iban configurando el día a día de la fraternidad. Por otra parte, todo lo que ha supuesto la movida de la pastoral juvenil y vocacional. En el primer trienio de vida fraterna, el hermano Eleuterio, incansable en su empeño, empezó a sembrar con sus viajes, con su palabra y estímulo lo que hoy es la infraestructura juvenil de la provincia: Jufra. Fueron años de incertidumbre pero llenos de ilusión y coraje, que más tarde ha servido para consolidar y mantener esperanzas en torno a la pastoral juvenil y vocacional. Además esta tarea se ha visto animada cada vez que en la provincia se decidían pasos encaminados atrabajarcon más equipo de hermanos dispuestos a empujar esta labor en el campo juvenil. Otro aspecto que siempre ha sido valorado de Valdefierro: su capacidad de acogida a todo tipo de grupos, convivencias, personas del barrio. Nuestra puerta siempre estaba abierta. En el último trienio comenzamos una experiencia que ha marcado laposterior trayectoria de la fraternidad: acoger durante los fines de semana a jóvenes del