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C apítulo III. L a v id a d e la s fr a te r n id a d e s - 199 auna incorporaciónde los mismos a lavida fraterna. Ponedesmero en el culto y especialmente en el sacramento del perdón, como un servicio a la Iglesia local. Que crezca vuestra vivencia de vida fraterna y vuestra presencia en los diversos acontecimientos de la Fraternidad Provincial". Recogieron lamonición loshermanosy se hacíanpresentesenlas tandasdeejerciciosorganizadosanivel provincial yenlosencuentros fraternos. Había suficiente vitalidad como lo demuestran algunos hechos: el peregrinar a pie desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela del superior de la casa y la asistencia al curso de Formación Permanente enFrascati. Las publicaciones eneuskeray castellano dealgunos de los religiosos enrevistas especializadas; la atención alconfesonario en algunos pueblos del Valle a petición de sus párrocos, sobre todo, en tiempos fuertes y fechas señaladas, así como el servicio prestado a las casas de religiosas de lazona. Si no se prodigabanmás, lacausa eralafaltadepersonal especializado en lacultura euskaldún del Valle, hasta el punto que pronto hubo que lamentarqueel ministeriode lapredicaciónenlospueblosbaztaneses se hubiera reducido a cero. El mismo Defínitorio encomendó a la Comisión de Pastoral "elaborarun informe sobrelasituaciónde lapastoraldelasparroquias eiglesiasdeculto". Acogida laencomiendacon calor, estaComisión animaba a la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo: "Desde laactual situación en laque estáis viviendo, pensamos que vuestra tareatienequesersencilla, cuidandolomásposibledelascelebraciones que consideréis oportunas, fundamentalmente la Eucaristía y el Perdón. Que la acción pastoral de la zona encuentre en vosotros cercanía y disponibilidad paraservir allí donde os necesiten". Ésta era la oferta del Defínitorio como regalo pascual a fin de que la pastoral responda al hoy de Dios y de los hombres.