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144 - La P r ovin cia C apu china de N a v a r r a - C a n t a b r ia - A ragón esperanza en las limosnas, hoy casi desaparecidas. Se maneja el dinerocon libertad; secrean fondos conmirasalsostenimientode los enfermos y ancianos; se contrata personal de servicio en régimen asalariado encasi todas nuestras casas, enconcreto para lacocina y limpieza. Las informacioneseconómicasresultan,porunaparte, abundantes de datos; aunque al parecer poco interesantes e interesadas. La actitud general es de cierto desenfado en una temática que, de tomarlamuyen serio, puededarocasión africciones. Seobservauna excesiva centralización, a la que ha podido ayudar no tanto una mentalidad tecnificada, cuanto unavisión fraterna, aveces ingenua, sobre la necesidad de compartir nuestros bienes. Como ingenua podría aparecer también la insistencia en el uso social de nuestras casas, que en algunos lugares están abiertas y sin puertas para determinados encuentros y actividades, pero muy cerradas a una acomodación que requeriría ceder espacio y centrar servicios, no tantoenrazónde unapobrezamal entendida, cuantopara lacreación de unmodo distinto debienestarydeunambiente más propicio para lavidafamiliary, enúltimotérmino, parael encuentro fraternode los consagrados, hombres testigos de oración y austeridad y de otros valores humanos y sobrenaturales. 3.4. Elestilodegobierno Posiblementeel estilodegobiernoquehaimperadoen laProvincia en este cuarto de siglo ha sido bastante distinto del que se dio en épocas anteriores. Se proclama adiestray siniestra, poractiva y por pasiva, la existencia de un "equipo de gobierno provincial", en mimetismo a lo que se viene diciendo desde la curia general. Lógicamente queda en cierta penumbra el gobierno local, alque se atribuye más que al provincial lamisión de servicio, menos ladel mando. Puede ser un dato. Se destaca la función de animación, tal vez con olvido de lafunción de gobierno y coordinación. Se habla