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Trienio 1969-1972 95 En septiembre de 1969 se celebró también una reunión plenaria de los superiores mayores con todos los ecónomos locales, a fin de dar cuerpo a una iniciativa nacida en trienios anteriores: la centralización de bienes en la provincia y la recta gestión de la administración conventual. La idea sería llevada más adelante al consejo provincial del 7 de enero de 1970, y fue admitida con amplia mayoría de votos. Pero en realidad, algo se in­ terponía y quitaba confianza al proyecto. Las comunidades más fuertes no se sometían a la idea de hacer un presupuesto de gastos ordinarios y de transferir los bienes restantes a la administración provincial. No obstan­ te, se fue ganando terreno en el camino de la mentalización y de la cola­ boración. En el mismo mes de septiembre los superiores prestaron atención a otro sector de la provincia: los hermanos no clérigos. La iniciativa quedó plasmada en las «Actas de la I convivencia de hermanos no clérigos». Participaron 51, de las más diversas edades. Las 32 conclusiones de la convivencia podían servir para delinear una nueva figura de hermano, más conforme con los tiempos, en un plan de superación. La convivencia se repitió al año siguiente y trató de la desclericalización de la orden, de la piedad franciscana del hermano y de la apertura hacia la actividad apos­ tólica. En ella trabajaron los hermanos activamente, repartidos en cinco grupos, que estudiaban y respondían a cuestionarios en consonancia con las ponencias. Estas convivencias pudieron desorientar a algunos, pero fueron muy bien recibidas por los interesados y pueden considerarse como un esfuerzo muy serio de los superiores por hacer llegar la renovación a un sector representativo de la provincia. Saltando otras manifestaciones, tenemos que aludir al elemento más innovador del trienio de cara al gobierno y la corresponsabilidad. Nos refe­ rimos al consejo provincial, órgano asesor extraordinario en materias de gobierno y de pastoral. Nació en el clima del capítulo provincial en una línea de descentralización y participación. El definítorio dirigió a las fraternidades unas líneas generales sobre el mismo, a fin de que eligieran su representante, lo mismo que otros organismos y sectores. Comenzó fun­ cionando con 32 representantes. La primera sesión, celebrada el 21 de noviembre de 1969 aprobó el reglamente del mismo. Preceptivamente debía reunirse por lo menos dos veces cada año. Dicho consejo ha sido pieza valiosa en importantes cuestiones que ha solucionado la provincia. Se podrá dudar si ha conseguido toda la eficacia en una experiencia demo

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