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Trienio 1963-1966 63 1. El capítulo provincial de 1963 Lo presidió el P. Mauro de Grizzana, procurador general de laorden. Asistieron 43 vocales, de los cuales 14 habían sido elegidos por los reli­ giosos. La elevación de la matrícula capitular se debía a padres con voto por privilegio o por nuevos cargos, como prefecto provincial de estudios y maestro de novicios. Se celebró en el convento dePamplona, extramuros después de 24 añosde ausencia de cualquier actividad electoral. Tanto en la preparación, como en la celebración del capítulo se valoró mucho las singulares circunstancias que se cernían sobre la iglesia y sobre la orden y se buscó personal que hiciese frente y estuviera preparado para re­ solverlas. Fueron elegidos: P. Jacinto Elizondo, 39 años, primer definidor al segundo escrutinio con 30 votos. Apareció en segundo lugar, para tal cargo el P. Miguel Juanicotena. P. Ricardo Ezcurra, 61 años, primer definidor al primer escrutinio con 22 votos. P. Manuel Labaca, 45 años, segundo de­ finidor, al segundo escrutinio con 32 votos. P. Gonzalo Olaortúa, 37 años, tercer definidor, al segundo escrutinio con 22 votos. P. Miguel Juani­ cotena, 42 años, cuarto definidor, al segundo escrutinio con 27 votos. Parece que no sirvieron mucho las orientaciones del presidente, largas y macizas, para dicha elección. El nuevo ministro provincial poseía el doc­ torado en derecho canónico y había enseñado durante una docena de años en el colegio de teología, donde había simultaneado las clases con la inves­ tigación de temas canónicos de derecho franciscano. Había sido alma en la estructuración de la escuela profesional de hermanos, y recientemente había sido llamado a la curia general como vicesecretario de la misma; en calidad de tal estaba presente en el capítulo, y fue recuperado para la pro­ vincia. En el equipo había dos juristas, dos provenientes de la pastoral y uno de las casas de formación. El equipo arrojaba una media de 44,8 años. El capítulo introdujo una novedad. Además de la sesión definitorial se celebraron otras sesiones, en las que se votaron diversas cuestiones, rela­ cionadas a sufragios por los religiosos, con clara tendencia a restringirlos, sobre ayunos y sobre limosnas sobrantes en los conventos. Se aceptó una «inspección anual del padre provincial por sí o por un delegado suyo, después de la cual señalará la aportación de cada convento a la economía