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56 Capítulo I — Cinco lustros centro educacional. Posiblemente todo comenzó por menudencias: sali­ das del colegio a los pueblos vecinos, manejo personal de dinero, entrada en establecimientos públicos. Era la lucha de la disciplina contra una nueva concepción de la formación juvenil. Se vio que urgía la revisión del reglamento del colegio y el cumplimiento del mismo. Se veía clara la ne­ cesidad de modernización; pero no la solución. Aquí intervino también la junta antedicha y la consulta a muchos religiosos. Desde el definitorio provincial se dio paso a la modernización del colegio de Lecároz, sobre todo cuando todo el problema se complicó con el incendio que devastó parte del mismo en la noche del 9 al 10 de diciembre de 1962, con una pérdida de unos 7.500.000,00 pts. Con estos datos, se llegó a la reso­ lución siguiente. «Vista la necesidad de modernización del colegio de Le­ cároz, para asegurar su porvenir, se acuerda iniciar los trabajos para de­ clararlo de interés social y conseguir los créditos necesarios para la cons­ trucción de un nuevo colegio». Se llegaría a querer solucionar los dos problemas descritos con in­ terdependencia y unión de esfuerzos. Es cierto que la solución por sepa­ rado implicaba serios compromisos de todo tipo para la provincia. Pero religiosos y superiores fueron clarividentes en aquel momento y acertaron. El resumen de aquella maraña de opiniones y de problemas quedó bien re­ flejado en la consulta que el P. Florencio realizó a escala reducida entre los religiosos responsables. Nótese que la curia general orientaba el colegio hacia la ciudad. En todo caso, el problema debía ser estudiado en capítulo. El padre provincial pensó que no podía retrasarse y preparó una consulta entre los capitula­ res por derecho y un número igual de discretos, elegidos entre directores de colegio, prefectos de estudio y otros cargos. Total, 39; respondieron 37. En la curia dieron vía a esta consulta. 1. ¿Ha de continuar o no la provincia ejerciendo la segunda ense­ ñanza? Afirmativamente las 37 respuestas. 2. En el supuesto de que haya de continuarse ejerciendo la se­ gunda enseñanza, ¿deberá darse ésta en Lecároz o en una ciu­ dad? En Lecároz, 26 respuestas; en una ciudad, 9; no contes­ taron, 2. 3. Suponiendo que la segunda enseñanza haya de continuar en