BCCCAP00000000000000000000143

48 Capítulo I — Cinco lustros El trienio que resumimos fue muy positivo en esta dimensión, sin que pretendamos afirmar que todas se iniciaron o se terminaron en el mismo. Ante todo, es necesario aludir a la construcción de la iglesia de Logroño; se puso la primera piedra el día 20 de octubre de 1957 con asistencia del nuncio. Las obras se llevarían a buen ritmo y la iglesia quedaría inaugurada el 22 de mayo de 1960. La obra se completaría posteriormente con el nuevo convento, la nueva filial y otras obras accesorias. Otra obra del trienio fue la de Rentería. El día 13 de julio de 1958 se abría al culto una capilla pública, a cuyo servicio era destinada una comunidad de cinco religiosos. En la capilla, henchida de provisoriedad, se realzaría la labor parroquial de la zona. La finca primitiva, comprada por la orden, se vió aumentada en 1960 con la generosa donación de una finca próxima. Así había posibilidad para proyectos ulteriores, concre­ tados en un complejo de nueva planta, más amplio y eficaz. No es nece­ sario subrayar la importancia de estas dos realizaciones: la de Logroño, como culminación de nuestra presencia en la Rioja; la de Rentería, como retorno a una población, densa y abigarrada, de la que faltábamos desde el tiempo de la exclaustración. Durante el trienio se tuvo que pechar también con la reconstrucción del convento de Estella, cambiando por completo la fisonomía del mismo. El definitorio tuvo que atender también a las llamadas del convento de Sangüesa, declarado en alguna de sus secciones en estado de ruina. Igual­ mente fue madurando la transformación del convento de Zaragoza, San Francisco, partiendo de los solares que ocupaba y contando con la venta de parte de los mismos, para realizar la operación. La transformación se imponía a medida que el ministerio se acrecentaba con los nuevos com­ plejos de viviendas. Los religiosos se hacían cargo de la primera filial que el estado confiaba a la provincia, la Filial Masculina n.° 1, dependiente del Instituto Goya. Debe resaltarse también las peticiones de fundación, llegadas desde di­ versos puntos. Así la formulada desde Eibar (Guipúzcoa) por la empresa de máquinas Alfa S. A. para instalar un colegio de segunda enseñanza, y la cursada por el ayuntamiento de Ondárroa (Vizcaya) con el mismo fin. Ambas fundaciones eran bien vistas en principio, por venir de donde 8. Fundaciones y obras

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz