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44 8 Capítulo V I I — Actividad en ultramar Entre los religiosos se observan «hechos positivos de vida religiosa... la alegría, la convivencia, la comunicación de bienes, el servicio y la dis­ ponibilidad». También se observa pocas expresiones de vida religiosa co­ munitaria, como se hace notar en la última visita del ministro provincial. Los religiosos, por otra parte, han hecho grandes esfuerzos en la for­ mación permanente y para estar a punto en el estudio de idiomas y en la adquisición de títulos académicos, requeridos por el apostolado en las escuelas y por otros servicios de la viceprovincia. Se desea igual esfuerzo en el campo de la realidad teológica y pastoral de la iglesia actual. Queremos hacer constar que este escueto resumen está respaldado por los informes anuales y por otros documentos. Los religiosos de Filipinas han sido siempre ejemplares a la hora de comunicar el estado de su situa­ ción apostólica. F. P INGL IANG (CH INA) - M ISION Esta querida misión no tiene nada relevante que presentar a la pro­ vincia en estos 25 años, si no es su propia extinción, heroica y penosa. La revolución comunista, que ha señalado una nueva era histórica al pueblo del celeste imperio, segó su vida cuando comenzaba a dar frutos, sazonada y madura. La reseña del cincuentenario en Fecunda Parens se cerraba con palabras de gozo por la creación de la diócesis de Pingliang, 24 de junio de 1950, la consagración de monseñor Larrañaga en Pekín el 1 de octubre y la entrada en la diócesis, el domingo de Cristo Rey, 29 de octubre del mismo año. El gozo era justificado; pero la misión había entrado en el túnel de la persecución, de la angustia y del desenlace final. Hoy día se tiene suficiente perspectiva para estudiar y explicar la tra­ yectoria de la misión de Pingliang desde 1926, fecha de la primera expe­ dición, pasando por el documento de la congregación que erigió el 9 de diciembre de 1929 la prefectura apostólica, sin olvidar la citada creación

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