BCCCAP00000000000000000000143
Ecuador — Aguarico 435 Gamboa la herencia de los padres josefinos: una iglesia de madera y te cho de cinc, en mal estado; suficientes ornamentos, varias casas de ma dera para el misionero y para las religiosas, algunos enseres y ajuar do méstico, y algunas herramientas de carpintería. Los primeros ingresos de esta residencia fueron 24.000 sucres, recibidos del padre custodio, quien a su vez los había retirado de una asignación estatal a la misión de Ma- riano-Acosta. Además de los misioneros han trabajado las religiosas lau- ritas, los hermanos de las escuelas cristianas y las misioneras de la AMF; éstas regentan el hospital y atienden a algunos centros de la ribera del Ñapo. 2. Francisco de Orellana, Coca. Primera fundación de nuestros misioneros. Se pensó en ella desde 1955 y fue fruto de prolongados via jes y gestiones, sobre todo, para dejar la fundación al resguardo de cual quier incursión de las tribus feroces aucas. La residencia comenzó a cons truirse en febrero de 1958 y conoció penuria y días de prueba. Luego se ensancharon los proyectos, pusieron mano en la obra diversos misio neros y dejaron una fundación admirable. Pronto se trasladaría a la mis ma la sede de la prefectura. Al mismo tiempo, los misioneros iniciaron su labor apostólica, sobre todo, liberando a 65 familias indígenas, es clavizadas por un patrón, e iniciando un ensayo de colonización intere sante. Posteriormente se unieron a los misioneros las religiosas lauritas y los hermanos del Sagrado Corazón, que dirigieron el colegio agrícola hasta fin de 1973. 3. Cuyabeno. Después de varias inspecciones, en septiembre de 1959 se inició la construcción de este puesto misional. Iban en la expe dición el superior regular, P. Jesús Langarica, el P. Luis González, fray Cristóbal Azpíroz y varios ayudantes. Habían emplazado la fundación en medio de los indios Cusmas sionas, semicivilizados. La travesía por el río Ñapo duró cuatro días; montar las estructuras para la misión, unos 20; luego quedarían los misioneros para terminarlas y comenzar el minis terio religioso y docente. El día 13 de octubre comenzaron las clases de niños y por la tarde, de adultos. El lugar estaba enclavado en un lu gar céntrico de la prefectura, cerca de grupos evangélicos y de comandos militares. Mediado 1962, en parte por las dificultades creadas por los indios, quizá influenciados por ministros evangélicos, y en parte por una reclamación de los padres carmelitas, se levantó aquel puesto misio nal, dejándolo a dichos padres.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz