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1. El capítulo provincial de 1957 40 Capítulo I — Cinco lustros Fue presidido por el P. Pascual de Pamplona, definidor general y cele­ brado en Lecároz del 15 al 19 de julio de 1957. En las palabras introduc­ torias, el presidente se puso a disposición de todos los capitulares, que quisiesen consultarle. Reunió a 39 vocales, de ellos 12 discretos nombra­ dos por las comunidades y dos por los religiosos de Ecuador y Filipinas. La desproporción entre discretos y participantes por razón de sus cargos y de sus privilegios era manifiesta. La sesión capitular del día 16 dio los siguientes resultados: P. Florencio Rubio, 47 años, ministro provincial al primer escrutinio con 35 votos, (para definidor primero había obtenido 33 votos al primer escrutinio). Definidor primero: P. Lázaro Iriarte, 44 años, al primer escrutinio con 22 votos. Segundo definidor: P. Ignacio Ezcurdia, 62 años, al segundo es­ crutinio con 22 votos. Tercer definidor, P. Eugenio Arrióla, 45 años, al segundo escrutinio con 27 votos. Cuarto definidor, P. Miguel Juanicote- na, 36 años, al primer escrutinio con 21 votos. Obtuvieron numerosos votos para definidores los padres Serafín de Tolosa e Isidro Arbizu. El nuevo equipo provincial arrojaba una media de 46,8 años. Después de recibir a los superiores y discretos, todos fueron licenciados para volver a sus residencias, mientras los nuevos superiores confecciona­ ban las familias religiosas. Pusieron al frente de los conventos a siete re­ ligiosos jóvenes, menos de 40 años, tres medianos, y tres con una media de 60 años. 2. Iniciación programática del trienio El P. Florencio conocía bien el terreno que pisaba. No obstante se tomó tiempo para girar una rápida visita a los conventos y para madurar el programa de gobierno que quería presentar a los religiosos. Lo dio a conocer el 31 de julio, y estaba contenido en tres palabras: continuadores, ejecutores e iniciadores. En el área de la continuidad pensaba, sobre todo, en la vida religiosa y en asegurar vitalidad a los campos de nuestro aposto­ lado. En el campo de la ejecución daba prioridad a las casas de formación,