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Actividad literaria 411 en esta cláusula: la revista se sale de los campos determinados para una publicación religiosa. Contaba por entonces Familia nueva alrededor de doce mil suscripciones. Así quedó cortada una hermosa trayectoria de fecunda vida apostólica de casi cincuenta años. La revista Zeruko Argia es la más antigua de las cuatro que estamos reseñando. Su vida azarosa comprende cuatro comienzos y tres interrup­ ciones. Durante los primeros diecisiete años (1919-1936) cumplió men­ sualmente, sin interrupciones, su hermosa labor de apostolado. Era una revista de carácter marcadamente hogareño-espiritual. Por circunstancias de todos conocidas, después de la guerra civil tuvo que silenciar, y su silencio se prolongó diecinueve años (1936-1954). Empezó nueva vida en 1954, pero sólo duró hasta 1958. Otra vez empezó en 1959; pero calló en seguida, después de sacar cuatro números. Estos números habían salido modernizados en fondo y en forma; y hasta hubo arranque para publicar un suplemento infantil en colores que se tituló Pan Pin. Pero la revista no se resignaba a morir; llevaba en sí demasiada vitalidad. Y así, en 1963, con mayor empuje todavía, empezó nueva vida; ahora se convertía en semanario. Y sigue viviendo. Los no pocos obstáculos que le han puesto en el camino parece le inyectan nueva vitalidad. Actual­ mente cuenta con ocho mil suscripciones y aspira a tener más. Es una de las buenas revistas del género, y se publica toda en euskara. Es de lamentar que figuren pocos escritores capuchinos entre sus redactores. Sus temas preferidos, además de los informativos, son: religión, sociolo­ gía, teoría política y cultural vasca en general. Tiene un criterio amplio en los aspectos lingüísticos que hoy día se debaten en torno al euskara.

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