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Secciones filiales 397 cióti de padres. Vocacionalmente, cada año surge un grupo de jovencitos que parten para nuestro seminario de Alsasua. La problemática actual estriba en la insuficiencia de locales para aten­ der a ia demanda de cultura que nos pide la clase trabajadora. Y , por lo tanto, la necesidad más urgente es la de llevar a cabo la obra definitiva que idearon los superiores hace once años, cuando se puso en marcha este centro educativo. Hasta hoy, la provincia, que se responsabilizó del problema cultural y apostólico de nuestros obreros en Pamplona, no ha logrado la realización de unas instalaciones convenientes y satisfactorias. 3. Zaragoza - Sección filial número 3 del instituto Goya Una de las primeras obras sociales que los capuchinos ofrecieron al barrio de Torrero inmediatamente de asentarse en él fue el colegio de San Antonio. Llegaron en 1928, y ya en 1929 funcionaba la entidad. Pero la extensión del barrio y las exigencias de los tiempos hicieron insuficiente la obra, y se proyectó, en 1957, convertirla en escuela graduada. E l patronato católico-social de Torrero, consciente de la necesidad que el barrio tenía de centros de formación, ofreció desinteresadamente la finca que poseía en la calle de Alicante, número 40. Se trataba de una huerta con una casa, por sobrenombre El castillo. Así nació la academia de San Antonio. En ella, además de la primera enseñanza, se impartía el bachillerato elemental por libre. Los alumnos debían examinarse en el ins­ tituto Goya. Fue el primer centro de bachillerato que se abrió en barrio tan populoso. Pocos años después, al amparo de la entonces reciente ley sobre las secciones filiales, se pensó en dar cuerpo más consistente a la obra comen­ zada y se solicitó la transformación de la academia San Antonio en una filial con escuelas preparatorias. Así, por decreto del 28 de mayo de 1960, surgió la sección filia l número 3 del instituto Goya. Se instaló en la planta baja de la manzana de casas que da a las ca­ lles Monterregado, Castellón de la Plana y Alicante, propiedad del patro­ nato católico-social de Torrero. Pronto se pensó en edificio de nueva plan