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Fraternidad seglar franciscana 367 dosa del padre director y la vida preponderantemente devocional de los hermanos. Era necesario despertar la conciencia en directores y terciarios sobre la necesidad apremiante de una formación más sólida y vigorosa, como primer paso para una vida más comprometida. En este sentido, y en honor a la verdad, hay que confesar que esta voz de alerta comenzó a re­ sonar en nuestra provincia cuando todavía en otras partes apenas si se vislumbraba el problema. Como botón de muestra es grato recordar un acuerdo definitorial de 31 de mayo de 1956, en el que se dice: «E l con­ sejo provincial de la TO F queda encargado de redactar cuanto antes dos guiones para círculos de estudio de los terciarios, que versarán: 1 ) sobre la formación religiosa y espiritual en general; 2 ) sobre la vocación francis­ cana y terciaria». Otra muestra: en el congreso interprovincial, celebrado en Zaragoza los días 20 y 21 de junio de 1959, organizado por el P. Ochan- dorena sobre todo para los directores y terciarios de nuestra provincia, se insiste en medidas urgentes y eficaces sobre la formación que deben recibir los directores de la TO F , los estudiantes de teología y los terciarios en general sobre franciscanismo y orden tercera. Esta formación, por lo que a los terciarios se refiere, había de implantar­ se a dos niveles: a nivel de masa, aprovechando las reuniones mensuales, y a nivel de grupos selectos, como fruto de sus propias reuniones más fre­ cuentes; un grupo de preferencia serían los novicios. Posteriormente la junta nacional de la TO F unificó para toda la nación el temario concreto que habría de impartirse a los terciarios, editando cada año un folleto formativo con exposiciones y encuestas para cada mes. Aparte de este medio ordinario y general de formación de los herma­ nos, consignamos aquí el procedimiento extraordinario de los cursillos en régimen de internado, a los que en estos últimos años han acudido tantos religiosos y terciarios de nuestra provincia. En punto a cursillos estrictamente dichos para la TO F , es preciso con­ signar, en honor a la verdad, un dato que honra a los terciarios de nues­ tra provincia y especialmente al P. Ochandorena, de quien fue la iniciativa. E l dato a reseñar es que este género de cursillos, organizados poco después a nivel nacional desde Madrid, vieron la luz primera en nuestra provincia, y precisamente acomodando al tema franciscano los famosos cursillos de cris­ tiandad. Esta era una vieja idea que bullía desde antiguo entre los planes del citado padre. Así, en 1958 escribía, comentando unos cursillos de