BCCCAP00000000000000000000143

364 Capítulo V — Actividad apostólica Son, sin embargo, bastantes los terciarios de pueblo que siguen recibiendo el boletín oficial de la TO F y que personalmente tienen todavía conciencia de ser hijos de san Francisco; pero habrían de ser considerados ya como terciarios aislados, sin que sepamos, por otra parte, su número, ni siquiera aproximado. Otra causa que explica el descenso numérico de hermanos es el enveje­ cimiento de las fraternidades en estos cinco lustros; debido a ello son muchos los hermanos que van falleciendo todos los años, con el agravante de que son bastantes menos los que ingresan, particularmente jóvenes. 2. El gobierno provincial de la TOF Durante estos años, el cuidado y atención de la TO F a nivel provin­ cial, que de sí corresponde al padre provincial, ha seguido delegado en un religioso que gobernaba y dirigía la TO F en nombre del mismo. Este cargo ha conocido distintas denominaciones, como delegado provincial para la orden tercera, secretario provincial de la TO F , comisario provincial, o el actual de asistente espiritual provincial. Los religiosos que, a lo largo de estos años, se han ido sucediendo en dicho cargo son los padres Eugenio Arrióla (1949-1954) y Gabriel Ochan- dorena (1954-1963). En el mes de julio de 1963 se crea una comisión pro­ vincial de apostolado, orden tercera y otras actividades, de la que es presi­ dente el P. Gonzalo Olaortúa; pero el 26 de noviembre de ese mismo año es nombrado, de nuevo, el P. Ochandorena, que ejerce su oficio hasta 1966. A éste sucede el P. Juan Miguel Mendía (1966-1975). Hasta 1963 funciona un secretariado provincial de la TO F , integrado por el delegado provincial y varios religiosos, como asesores. Es renovado cada Trienio, y de él han formado parte muchos religiosos. En 1963 desaparece la institución; reaparece en 1966, y muere definitivamente en 1969. A partir de 1962 acaece un hecho notable en el gobierno provincial de la TO F : junto al padre comisario provincial surge un discretorio provincial, com­ puesto por terciarios seglares. Hecho digno de mención, por lo que supone de desclericalización, al comenzar a ser dirigida la fraternidad, junto al asistente espiritual, por sus propios responsables seglares. La creación