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Ministerio parroquial — Zorroza 361 1. Contexto sociológico de la parroquia Para entender las opciones que los responsables de la pastoral han hecho, es necesario tener en cuenta el contexto sociológico de la parroquia. La parroquia está compuesta por unas cinco mil personas, en su mayo­ ría inmigrantes, con una mobilidad asombrosa. La mayor parte, por no decir la totalidad, pertenece al peonaje industrial. Y necesitan trabajar muchas horas para ir capitalizando un poco de dinero y así poder comprar o al menos dar la entrada de un piso, ya que el barrio no reúne condiciones de habita­ bilidad digna. Viven las necesidades más urgentes. Han estado sin luz en las calles del barrio hasta hace muy poco tiempo. Se tiene miedo a salir por la noche. Existe un índice muy alto de borrachos y de riñas familiares. Se ha localizado un grupo de chicas jóvenes, algunas no tan jóvenes, que se dedican a la vida pública. Probablemente se trata del barrio más bajo y humilde de Bilbao. Ante este panorama ¿cómo han actuado los res­ ponsables de la parroquia? 2. Vida parroquial En el breve espacio de cuatro años nos encontramos con dos líneas de pastoral distintas: la de evangelización y la de testimonio. La primera comprende los dos primeros años de la parroquia: se orga­ nizan grupos de formación, se dan clases en los centros escolares del barrio, se tienen predicaciones extraordinarias de la palabra, se monta la catequesis; los dos religiosos, con dedicación plena, trabajan en el ministerio parro­ quial. E l paso a la segunda etapa, la de testimonio de vida, se da cuando quedan al frente de la parroquia los padres Jesús Diez y Francisco Javier Armendáriz. Estos, después de madura reflexión, optan por dedicar la jornada al trabajo manual, como obreros, y dedicar las horas del atardecer y de la noche al servicio parroquial. Las razones que les mueven a dar este paso son dos: la exigencia personal y el haber llegado al convencimiento de que el mejor medio para atraerse a los feligreses es el v iv ir en las mismas condiciones de trabajo que ellos. Los religiosos estudiaron detenidamente las consecuencias que su actitud podía tener entre los feligreses y eligieron