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Trienio 1954-1957 33 gó a Roma el P. Elias Larraya, destinado a regir la vicesecretaría de misiones de la orden. En mayo de 1952 le concedía el padre general los privilegios y derechos, aún capitulares, que competen a los ex-ministros provinciales. El P. Elias ha continuado en la curia sin interrupción. En el capítulo de 1970, fue eximido del cargo, aunque siguió y sigue permane­ ciendo en la curia en calidad de latinista y al frente de diversos asuntos. Otro religioso ha prestado señalados servicios en la curia general y ha gastado en ella 23 años de su vida. Nos referimos al P. Policarpo Zarranz, llamado a Roma en 1949, como vicesecretario de lengua espa­ ñola, al mismo tiempo que latinista, editor y corrector de libros y publi­ caciones de la orden, sobre todo de nuestros libros litúrgicos. Desde di­ ciembre de 1952 hasta 1970 desempeñó el cargo de secretario general de la orden, y secretario de los capítulos generales de 1958 y 1964; cargos de singular delicadeza y de constante trabajo. El 30 de octubre de 1972 le despedía la curia con una carta y un discurso del ministro general, en los que se pone de relieve la labor realizada por este eximio religioso, que ahora descansa en el colegio de Lecároz, de donde partió para Roma. Ni puede faltar un recuerdo para los hermanos que han pasado por la curia general, o por el colegio internacional, sobre todo, para fray José Antonio Goizueta, que se dedicó al servicio de la curia desde el año 1946 hasta 1972, en que volvió enfermo a la provincia. 4. Proyección hacia ultramar Los trienios que estudiamos se parecen extraordinariamente en la nota misional: cultivo o aceptación de nuevas obligaciones en ultramar, a veces con cierta marginación de los antiguos y tradicionales, abundoso destino de religiosos a los mismos y proliferación ingente de fundaciones y proyectos. El trienio del P. Ricardo dio luz verde a la iniciativa de enviar estudian­ tes de teología a colegios de área inglesa a fin de tenerlos preparados para realizarse tanto en Filipinas, como en América. No aceptó nuestra iniciativa la pujante provincia calvariense de Estados Unidos; en cambio, acogió a dos estudiantes, y más tarde a otros dos, la provincia de Irlanda.

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