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300 Capítulo IV — Casas de formación Fr. Manuel Gurbindo, 1961-1962 Fr. Manuel Gurbindo, 1963-1970 Fr. Angel María Vizcay, 1961-1971 Fr. Jesús María Eugui, 1964 zapatería imprenta carpintería sastrería sastrería Fr. Miguel Angel Aparicio, 1965-1970 Aunque no se conceptúa como taller, los hermanos jefes de cocina desa­ rrollan, en este período, un oculto y sacrificado servicio a la escuela, al tener durante muchos años uno o dos alumnos de la misma en plan de aprendices. Y son: Fr. Alfonso Carlos Goicoecheandía (1958-1961), Fr. To­ más Salvador (1961-1964), Fr. Valentín Eguaras (1964-1965) y Fr. Toribio Cabeza (1965-1970). Los resultados de la escuela profesional no son espléndidos; pero tam­ poco menguados. En unos doce años de real funcionamiento salen de ella para el noviciado 28 candidatos: 11 de los ingresados antes de los diecisiete años; 5 entre los diecisiete y veinticinco; 12 superada esta edad. Con­ viene, por lo demás, recordar la gran movilidad observada en el personal aspirante. Son 158 alumnos; pero su gran mayoría permanece entre noso­ tros contados meses. Otro logro no despreciable de la escuela es el reagrupa- miento de los neo-profesos en el mismo convento de Pamplona-Extramuros, con el fin de permanecer aquí un tiempo prudencial, para completar su formación integral, mediante la asistencia a clases y realización de trabajos especializados de imprenta, mecánica, carpintería y sastrería. Creemos de rigor el hacer constancia de la ilusión y del esfuerzo reali­ zado por el personal directivo para el mejor desenvolvimiento de la nueva institución provincial; pero pecaríamos de injustos, si no mencionáramos especialmente, entre los mismos, a los dos hermanos encargados que prác­ ticamente han permanecido al frente de ella en múltiples aspectos: Fr. Gre­ gorio Rejas y Fr. Angel María Vizcay. L a FORMACION DE LOS HERMANOS PROFESOS Las líneas precedentes de un proyecto malogrado señalan con el ín­ dice hacia una realidad vital, no fácil de precisar y menos de solucionar: la