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28 Capítulo I — Cinco lustros capitular suponía un impacto vertical, por lo regular inapelable, que debía ser aceptado con virtuosa indiferencia. Los nuevos superiores, prudentes y maduros, eligieron superiores locales dentro de una gama de edades, res­ ponsabilizándose ellos mismos de importantes comunidades. El padre provincial maduró con tiempo su programa de gobierno que lo dió a conocer el día 8 de septiembre en una circular de cierta extensión, que rezuma impresiones y necesidades captadas en la visita personal, girada a todos los conventos y a la mayoría de los religiosos. En este documento programático hacía constar su intención de gobernar paternalmente para la provincia entera, dedicando especial atención a las casas de formación, al mantenimiento de la observancia regular y a la expansión misionera, que no podría cubrirse sin una media de quince ordenaciones sacerdotales cada año. Pretendía gobernar en unión con los superiores locales, para lo cual potenciaría los ejercicios espirituales y las reuniones anuales con ellos. La carta se cerraba con orientaciones concretas para la renovación de las comunidades. La carta reflejaba al hombre formado en las aulas, a caballo entre la teología y el derecho; con deseo de aproximarse a los religiosos y sin ocultar su propósito de mantener a la provincia en un encimado nivel de observancia, con un firme talante ejecutivo. 2. Andadura general de la provincia Será necesario poner orden en la descripción de esta marcha, apoyán­ dose en indicadores, que orienten este trabajo difícil de síntesis. Una de las preocupaciones primarias del trienio fue preparar los ejercicios y la reunión de superiores locales. Iniciativa importante, por afectar al estamento de gobierno y porque en estas asambleas se revisaban aspectos importantes de la vida religiosa y de la observancia regular de la provincia. La primera reunión se celebró en Sangüesa, en octubre de 1954 y giró en torno a cuatro ponencias, sólidas y sin resquicio para la divagación: El superior y la comunidad, el superior y los fieles de nuestras iglesias, relaciones con los problemas provinciales y ordenación de la admi­ nistración. La segunda reunión se celebró en el mismo convento por octubre del

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