BCCCAP00000000000000000000143

Teología 295 La devoción a la Virgen María también ha sido otro de los núcleos de la formación, según la firme tradición que venía desde el seminario seráfico, si bien era muy apreciable la línea de evolución que se notaba en nuestros jóvenes teólogos al tratar de situarse en una nueva sensibilidad frente a lo vivido anteriormente en la niñez y adolescencia. El interés por lo franciscano era otro de los objetivos directamente cul­ tivados con el constante mantenimiento de la academia de franciscanismo. Por los años 50 lo social de tipo obrero tiene unas raíces muy fuertes en el ánimo de nuestros jóvenes. Las nuevas formas de presencia entre los obreros es algo que siente muy directamente el colegio, como se puede colegir por las páginas de la academia social. Por lo demás el gran con­ greso capuchino interprovincial de 1948 había lanzado a la orden por este camino. Muy característico en el clima espiritual del colegio ha sido el fervor sacerdotal que se suscitaba en la temporada privilegiada de las ordenaciones De nuevo otra pequeña revista, espiritual y llena de inmenso cariño, dio cauce a estas vivencias: Ser. 8. El colegio de teología de cara al futuro Lejos de nosotros hacer de futurólogos en asunto de educación, tan aleatorio. No podemos lanzar «prognosis»; simplemente dejar constancia de una situación de sensibilidad actual que marca camino. Nuestros estudiantes se encuentran hoy abiertos a todos los vientos. No valga la afirmación como censura, sino como constantación de signo más bien positivo, no sin dejar de emitir nuestra reserva. Se abren a múl­ tiples corrientes, rotas, al parecer para siempre, las antiguas fronteras ideológicas que imponía desde dentro la formación recibida. Esta apertura puede ofrecer una nueva ganancia de vitalidad, al mismo tiempo que se presta a la dispersión, con mínimo control disciplinar, y a la superficialidad. Hoy constatamos en nuestro colegio de teología, que el último trienio ha sido simultáneamente centro de postulantes, un decidido avance camino de una sensibilidad secular, tomando la palabra en su sentido fuerte y teológico, una sintonización con el mundo que se mueve y sufre por la calle. Si el ideal misionero está como adormecido o apagado, si la estructura