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Noviciado 283 la línea de evolución del noviciado valorando un humanismo amplio que permita interpretar benignamente las normas todavía vigentes del manual. La distribución del tiempo será más continua. Desde Roma el P. Lázaro escribe «Por el reino de los cielos», libro fraguado en el noviciado y que recoge las «semanas», que eran los tiempos fuertes distribuidos a lo largo del noviciado: plan de Dios, seguimiento de Cristo, virginidad, pobreza, obediencia y caridad. Su sucesor es el P. Santiago Pérez de Obanos (1965-1972). Viene del colegio de teología de Pamplona, y ha cultivado la teología dogmática y la dirección espiritual. No hay ruptura de noviciado; pero en este tiempo ocurren hechos decisivos para una evolución radical: fin del concilio, pro­ mulgación de las nuevas constituciones, aparición de la instrucción «Reno- vationis causam» (1969). Con los años van tomando incremento las actividades de los novicios, que ahora se proyectan un poco al exterior. Colaboran en la catequesis, que dan incluso en pueblos vecinos, como en Gabarderal. Temporalmente, en la vendimia y recolección de la oliva, los novicios trabajan en el campo. En 1968 se empieza a sentir un extraño fenómeno de crisis. Ya no hay estabilidad en la perseverancia, como era tradicional, y los novicios empie­ zan a pensar en pruebas. Este fenómeno continuará en los años siguientes. En 1969-1970 se realiza, por primera vez, una experiencia de aposto­ lado en el curso del noviciado. Los novicios salen por un mes a los con­ ventos de Logroño y Zaragoza (San Francisco). El año 1970-1971 es pródigo de estudios y consultas sobre el futuro del noviciado. El noviciado resulta problema. El próximo curso es traslada­ do al convento de San Francisco en Zaragoza con una carta justificatoria del P. Provincial (19-6-1971). En 1972, año del capítulo, tan sólo se presenta un candidato clérigo para empezar el noviciado, y otro no clérigo. Con esta perspectiva inme­ diata parece mejor no establecer el noviciado en casa propia, y se acude fraternalmente a la provincia de Valencia para integrar allí nuestro novi­ ciado por este año. Allí es maestro el P. Enrique Juan. Noviciado tradicional en cuanto a la concepción espiritual de la vida que se quiere infundir; nuevo en cuanto

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