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254 Capítulo IV — Casas de formación b) las necesidades de personal docente que se observen en los colegios y c) cualesquiera medidas que parecieren oportunas para la buena marcha de los estudios. 4. Preparar y señalar los temas de las asambleas anuales de pro­ fesores. 5. Examinar y aprobar los libros de texto y los cuestionarios o programas de las diversas asignaturas. La junta de estudios se reunirá dos veces al año; en cada reunión firma­ rá el acta de la reunión anterior. Presentará anualmente, con ayuda de los representantes de cada cole­ gio, un informe al padre provincial sobre la marcha general de los estudios de nuestros colegios. La junta de estudios guardará reserva sobre lo tratado en las reuniones» (Programa de estudios de 1950). En el funcionamiento de la junta de estudios hay unos años de entusias­ mo y de trabajos regulares, todo lo cual está favorecido por la pujanza de los mismos colegios. La junta organiza las asambleas de profesores, cuya relación pasa luego a una publicación a multicopista. Así tenemos la serie de folletos titutados «Crónica de la I , II, etc. Asamblea de profesores de la provincia». Diez asambleas de 1945 a 1958. Cesa la publicación de los folletos de crónica y ponencias, pero en ningún momento cesan los trabajos de la comisión de formación y de todo el equipo de formadores, de cuyos encuentros se suele dar relación deta­ llada en el boletín de la provincia. Si la temática de los estudios está determinada por el ritmo mismo de los colegios, llamaremos no obstante la atención sobre otros asuntos de gran alcance presentados a estas reuniones de profesores. Así en 1963 se estudian «Los problemas culturales de la provincia». Una nota especial de fraternidad interfranciscana tuvo lugar en abril de 1966 cuando educadores de los hermanos menores de Cantabria y edu­ cadores de nuestra provincia se juntaron en Aránzazu para estudiar el tema sobre «Cómo formar hoy para la vida franciscana y para la acción francis­ cana». Los temas los recogió luego un número monográfico de «Cantabria franciscana». Al lado de las actividades intraprovinciales de la comisión de formación, cuyo catálogo nos resultaría demasiado prolijo, hemos de añadir la partici