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Zaragoza — San Antonio 239 gitano principalmente con su presencia, y con la ayuda material que pueden darles. Se organizan catequesis de niños, se llevan ropas y alimentos, se solucionan casos de asistencia sanitaria. El apostolado gitano decrece al cons­ tituirse la parroquia de Ntra. Sra. de la Paz que lo asume al estar las gra­ veras dentro de su territorio parroquial. Como exponente del apostolado social, además de las capellanías de fábricas, podemos colocar la Hermandad franciscana del trabajo, obra marginal de la orden tercera. Fue fundada por el P. Ildefonso Goñi, quien estuvo al frente de ella 20 años. Había comenzado en los locales de la torre, pero pronto el número de socios impone el traslado. Se alquilan unos locales en calle de Lapuyada y allí se coloca el domicilio social. No podemos relatar todo lo que realiza la Hermandad franciscana durante este tiempo, pero sí señalar que es la primera hermandad de obreros que surge en Zaragoza, que en su aspecto asistencial, además de los servicios de bar, peluquería y asistencia sanitaria y tiene un cuadro de médicos de todas las especialidades a los que pueden acudir los socios y sus familiares gratuita­ mente, cuando todavía la seguridad social no cubría a todos los trabajadores; un cuadro de abogados para el asesoramiento jurídico. En la promoción cultural cuenta con el boletín «La voz del trabajo», que de vez en cuando recibe serias advertencias de las autoridades civiles, y las reuniones de for­ mación en los locales de la hermandad. Y, ante problemas concretos, em­ prende la construcción de viviendas en el barrio de la Paz y organiza una imprenta en cooperativa. c) Tensiones entre vida de observancia y vida apostólica La urgencia de un apostolado pluriforme que la sienten los religiosos de la fraternidad y el concepto de observancia regular y de vida conventual chocan bastantes veces. Así lo demuestran las ordenaciones de visita. Es una preocupación de los superiores el mantener el convento aislado, como un coto cerrado. Así leemos en la visita canónica del año 1950: «Con el fin de evitar la fiscalización, que pueda hacerse desde las casas vecinas, protéjase de forma conveniente las ventanas de las escaleras en la parte norte del convento». En el año 1953: «Prohíbase terminantemente la entrada de seglares en la cocina... Con la hora de la función de la tarde deben termi

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