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Zaragoza — Calle Africa 233 a) Se situará en el marco de la parroquia de san Francisco, previo acuerdo con dicha fraternidad, que estudiará el problema.en capítulo local. b) Los religiosos que formen parte de esta fraternidad, también previo acuerdo, atenderán pastoralmente el sector que se les encomiende por la fraternidad de san Francisco. c) Se guiará por las normas comunes a todas las fraternidades. d) En principio se acuerda que sean al menos tres los miembros de esta fraternidad, y a ser posible, cuatro. Son destinados los PP. Tomás Muro, Vicente Lorea y el no clérigo Pedro Imirizaldu. Con fecha de 31 de enero de 1971 el padre provincial comunica a la provincia que «los superiores mayores llevan muy adelante las gestiones para abrir esperanzadoramente una nueva fraternidad según el espíritu de los acuerdos de los nn. 24, 29, 37 y 42, en nuestro barrio de Torrero, en Zaragoza, al otro lado del canal». El día 9 de marzo de 1971 el padre provincial celebra una entrevista con el Sr. Arzobispo de Zaragoza, Mons. Pedro Cantero, en la que se trata, entre otras cosas, de esta pequeña fraternidad. El Sr. Arzobispo manifiesta su opinión de que, al no tratarse de un lugar de culto, queda la dicha fun­ dación ad nutum superioris provincialis. En reunión del definitorio provincial, tenida el 2 de abril de 1971 se acuerda alquilar el piso bajo del portal N.° 9 de la C. Africa del barrio de Torrero y se nombra al P. Tomás Muro como superior de la fraternidad. En sesión definitorial del 26 de mayo de este mismo año el padre pro­ vincial, después de visitar a los hermanos de la pequeña fraternidad, in­ forma a los definidores de la situación de momento en que se encuentran y de los pasos que van dando, tanto en cuestión de búsqueda de trabajo como en sus intentos de apertura apostólica. El padre provincial informó al capítulo provincial de 1972 sobre dicha fraternidad; el P. Juan Miguel Mendía presentó un informe sobre la misma, y los capitulares le dieron su aprobación. A partir de esa fecha pocos datos pueden añadirse con documentación en la mano. Parece que la fraternidad se lanzó a una búsqueda afanosa de nuevas formas de vida religiosa. Los religiosos se entregaron a trabajos ci