BCCCAP00000000000000000000143
224 Capítulo I I I ■—- Fraternidades y de los religiosos, que entregaron a esta obra las mejores energías de su juventud. Imposible ocuparnos en este momento de todas las asociaciones reli giosas, que han venido funcionando en dicha iglesia. Aunque parece que no puede pasar inadvertida la iniciativa del P. Antonio Balenciaga, llamada «fraternidad católica de enfermos», pensada para la ciudad, y que luego se extendió a la provincia y a otras ciudades del norte de España. Su fina lidad fue expuesta en diferentes ocasiones en los medios informativos de la provincia. Actualmente es dirigida por un religioso de la fraternidad de Alza. La fisonomía de la fraternidad de San Sebastián ha sido constante, sin que hayan producido demasiado impacto las corrientes de evolución y de renovación dentro de la iglesia o de la orden. No es que haya vivido de espaldas, ni mucho menos. Pero al parecer, tampoco ha habido clima pro picio para vanguardismos. Parece que han dominado la prudencia y la mesura. En lustros anteriores fueron los superiores, con el asesoramiento del discretorio, quienes fueron encauzando la marcha de la fraternidad. En los últimos trienios se ha ensayado el cauce del capítulo local, en el que se han planteado los principales problemas y desde el que se han estudiado los temas propuestos por la provincia. En teoría, se han visto muchas posi bilidades para una apertura mayor de la fraternidad y de las dependencias conventuales a las necesidades de los hombres; aunque no se han presen tado muchas oportunidades de darles realización y de plasmarlas en ser vicios concretos. En ocasiones se hospedan en el convento personas reli giosas y también seglares. No hay solicitudes especiales para consultar la biblioteca. El salón de la fraternidad seglar franciscana sirve los días de fiesta para entretenimiento de señoras pobres. La fraternidad de San Sebastián continúa su marcha, gloriosa y peno sa, con su fisonomía peculiar: presencia franciscana dentro de un contex to ciudadano de cierta elevación y distinción, comunidad bilingüe con problemas socio-políticos agudizados en los últimos años, horizonte pas- toralista en una iglesia tradicionalmente concurrida y no demasiado pro picia a aventuras y ensayos. Los religiosos cultivan el legado de los mayo res; así por ejemplo, cuando en 1958 organizaron con entusiasmo y efica cia la celebración del primer centenario de las apariciones de Lourdes, la patrona de la iglesia. Y por otra parte, y en la medida de lo posible, están
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz