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San Sebastián 223 y cultual, fuese pareja a la exterior y material, no obstante las dificulta­ des y resistencias de ambiente. Se trata de una fraternidad, que vive en una iglesia de las llamadas «sacramentalistas», ya que en ella prevalece el minis­ terio de la penitencia y de la dirección espiritual, la asistencia a enfermos, las consultas sobre problemas religiosos, las asociaciones y la predica­ ción ordinaria de homilías o extraordinaria de novenas. Algunos de estos ministerios, callados y ocultos, como la atención espiritual a enfermos, constituyen parte importante de la actividad de algunos religiosos. No obstante, la fraternidad ha conocido otras preocupaciones y otras iniciativas, que han vivido momentos de esplendor gracias a religiosos especializados y entusiastas. Así por ejemplo, la «escolanía de Lourdes», dirigida durante años por prestigiosos músicos, sobre todo por la dedicación del P. Francisco de Lazcano; ella contribuyó en gran manera a la brillantez del culto, y todavía tuvo tiempo para participar en concursos y conseguir muchos premios. Mayor envergadura llegó a conseguir la obra para la juventud, que en su comienzo fue una de las más importantes de la ciudad. En torno al año 1950 y siguientes sus actividades se repartían en diversos sectores: cultural, recreativo y de actividades diversas. Se dirigían charlas de forma­ ción y un domingo al mes se celebraba la eucaristía en sus locales. Se lla­ maba a especialistas, para que explicaran problemas vivos de contenido religioso y social. Se preparaban y representaban obras teatrales, con gran aceptación de los asistentes, e incluso se llevaban dichas obras a otros es­ cenarios. En años sucesivos se cultivaron otras modalidades, como sec­ ciones de deporte, aunque no se dispusiese de campos propios, y tam­ bién una sección de montaña y un grupo de dantzaris. La citada reforma de los locales dio posibilidad para trabajar con más eficacia en pequeños grupos, y para implantar actividades culturales, como grupos de estudio religioso, de lengua euskera y de cultura regional. En los últimos años el centro ha dedicado más atención a adolescentes e infantiles, en grupos mixtos, con una gran variedad y movilidad, propia de la edad. Como en todas partes, los grupos de juventud se han ido desvaneciendo. Actualmente y debido a diversas coincidencias socio-políticas, en que se vio envuelto el consiliario del centro, quedó clausurado, esperando mejores tiempos para reemprender las actividades habituales. Todo va dicho en resumen y a grandes rasgos, pero supone un capítulo notable de la vida de la fraternidad