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Pamplona — San Antonio 209 casa. Con todo a la biblioteca tienen acceso, siempre que lo solicitan, cuan­ tos estudiosos se acercan a ella. También en uno de los capítulos locales se ha suscitado la cuestión de compartir o no nuestra mesa con los seglares. Casi por unanimidad se acuerda dejarlo al criterio del superior. Finalidad específica de esta fraternidad Desde su fundación la finalidad prim ordial de esta casa ha sido la atención espiritual a los fieles de la ciudad a través, sobre todo, de la li­ turgia de la eucaristía y de la penitencia. Durante estos veinticinco años no sólo los pamploneses, sino tam­ bién los que viven en comarcas próximas a la ciudad, han experimentado el perdón de D ios en el confesonario de San Antonio, abierto a cualquier hora para todos. Sin embargo la crisis general de la confesión en la actuali­ dad ha afectado también, de forma notoria, a esta iglesia. O tro m inisterio cariñosamente atendido por los religiosos es el cuidado espiritual de los muchos enfermos que solicitan la presencia del capuchino. También se ha cultivado con interés la predicación de la palabra de D ios en misiones populares, ejercicios, novenas, sermones sueltos en otras iglesias de la ciudad y en los pueblos. Se ha atendido con solicitud a la fraternidad seglar franciscana (T O F ) desde su instalación en esta iglesia el año 1940, siendo la de San Antonio una de las más numerosas de la provincia. La Pía Unión de San Antonio ha ido decayendo progresivamente. No el Pan de los pobres, que sigue ayudando a numerosos necesitados en la portería del convento. Un apostolado típico y de siempre en esta casa ha sido el de los niños y la juventud. Ambos han conocido épocas gloriosas. La escolanía de San Antonio ha agrupado a innumerables niños, a los que ha impartido una formación espiritual, científica y artística realmente esmerada. La escola-