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192 Capítulo I I I — Fraternidades Esta casa, por razones evidentes, tiene una fisonomía bastante distinta al resto de las fraternidades. Dedicada al colegio, como finalidad prim or­ dial, absorbe casi a la totalidad de los religiosos en activo y exige de todos ellos una entrega total. Por lo que el resto de los m inisterios ha de ser forzosamente secundario, aunque no por eso menos considerado. Quizá llame la atención la aparente escasa flexib ilidad para alterar los horarios, pero esto no es debido a rigidez de criterios sino a la nece­ sidad de mantener el ritmo escolar. La comunidad, durante el curso, prácticamente está dividida en dos grupos: el de los educadores, que conviven con los alumnos en los edificios nuevos y el resto del profesorado, que vive en el colegio antiguo. No obsta para que puedan comunicarse con alguna frecuencia. Las actividades van, fundamentalmente, en torno a las clases y demás labores complementarias de carácter religioso, educacional, conversaciones en privado, etc. En líneas generales podemos decir que la evolución de la orden se ha plasmado en el interés con que se han llevado a la discusión y al diálogo tanto las reformas de las nuevas constituciones como las normas emana­ das de capítulos extraordinarios y consejo provincial. Se han dado repetidamente instrucciones en ocasiones como los ejer­ cicios espirituales, retiros y conferencias. Esto no obstante, como es normal en una fraternidad numerosa y he­ terogénea, se han producido las correspondientes diferencias de criterio en la forma de entender la apertura, el diálogo, la fraternidad y otros temas. Se han dejado entrever en aspectos concretos como el régimen inter­ no de colegio. Aun manteniendo un criterio de disciplina, como factor importante de la educación, se insiste mucho en la responsabilidad de los alumnos. Ün ejemplo, entre muchos que podríamos citar, puede ser el régimen de salidas para vacaciones, fines de semana, visitas a la fam ilia. E l cambio es radical y de unos 15 años a esta parte. La misma tendencia evolutiva se aprecia en la vida y manifestaciones religiosas. A excepción de un mínimum obligatorio, predomina la espon­ taneidad y el carácter voluntario en los cursos superiores.