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16 Capítulo I — Cinco lustros y 12 capitulares por distintos conceptos, exprovinciales, etc. Realizada la elección en la mañana del día 18, los nuevos superiores escucharon a los ca­ pitulares y se dedicaron a componer el tablero de la provincia, con el nom­ bramiento de superiores y destino de religiosos. El día 20 de julio, no sin agobios febriles, todo quedaba terminado y reflejado en la tabla de familias. El capítulo se había desenvuelto en santa paz, sin que se hubiera tratado en el aula ningún otro problema. Los religiosos volvieron a sus conventos para tomar en unos casos el relevo, y para continuar en los puestos, en otros. Resultó elegido ministro provincial el P. Serafín de Tolosa, (57 años) que había gobernado la provincia en el trienio 1942-45. Religioso sin es­ tudios superiores, con experiencia americana en el decenio que vivió en Chile y Argentina (1919-1929), con igual experiencia de gobierno en el colegio de teología de Pamplona y en los conventos de San Sebastián y de Lecároz, puestos en los que demostró tacto no común en condiciones dificultosas. Religioso social y con dotes para el apostolado, de palabra fácil, mucho más dispuesto para hablar que para escribir, o para conservar papeles y documentos. Muy afable, sobre todo, con quienes rimaban con su forma de gobierno. Fueron llamados con él a formar equipo en el definitorio los padres Ricardo Ezcurra, 49 años, doctor en teología y profesor de diversas disci­ plinas teológicas, exprovincial; Isidro Arbizu, 47 años, dedicado de por vida a nuestros seminarios de Alsasua y Fuenterrabía; José Miguel de Aldaz, 67 años, verdadera institución religiosa y humana al frente de la disciplina de Lecároz, y Jerónimo Iribarren, 48 años, con amplios lustros de dedica­ ción al seminario de Alsasua. Término medio de edad 53’6 años. Continuó al frente de la secretaría de la provincia el P. Miguel Juanicotena, rayando en los 30 años e iniciado ya en el trienio anterior. Las trece guardianías y residencias fueron distribuidas equitativa­ mente entre religiosos mayores, medianos y jóvenes, con alguna prevalencia de los de edad media. 2. Iniciación del trienio y primeras notificaciones El nuevo trienio lanzó un programa, dicho de palabra a los capitulares, que podría resumirse en esta consigna: Observancia de nuestra legislación

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