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Alza 167 de correspondencia y visitas entre nuestros superiores y el obispado de San Sebastián, el capítulo provincial, celebrado en el verano de 1969, esta­ blecía la pequeña fraternidad de A lza, emplazada en un barrio de San Se­ bastián, a mitad de camino entre los conventos de esta ciudad y Rentería. De entrada la integran los PP. José Luis O rella como superior dele­ gado, Antonio Balenciaga y Pedro M iguel Ezquerra. Esto fue concreta­ mente el día de San Francisco. A l poco tiempo se les añadirían dos universitarios de Pamplona para compartir con ellos la vida y los trabajos apostólicos en el barrio. E l año 1973 se hace cargo de la parroquia y figura como superior de la fraternidad el P. Vicente Echeverría. Jurídicamente, tanto la casa como la iglesia, dependen de la coopera­ tiva «Los Soscos». En la actualidad se está tramitando la compra de la casa por la diócesis y la cooperativa parece dispuesta a donarle la bajera que hace de parroquia. En realidad la parroquia es de la diócesis y se hacen cargo de la misma los capuchinos. La orden, por lo tanto, no tiene aquí ninguna propiedad. La casa en la que viven los religiosos de esta fraternidad consta de cinco plantas. En la planta baja están los locales que sirven para iglesia y sacristía. En la segunda planta está el bar de la cooperativa y un cuarto destinado a despacho parroquial. La tercera la ocupa prácticamente toda ella el cine in fan til que alberga cada domingo unos 600 niños. También se emplea este local con fines culturales entre semana. E l cuarto piso del edificio está reservado a vivienda de los religiosos. Hay una cocina, dos salones, cinco habitaciones, servicios y cuarto trasero. Y la planta última está adaptada para gimnasio por los miembros de la cooperativa. En los contados años de supervivencia se ha hecho la casa con el mo­ b ilia rio imprescindible: camas, mesas, mueble-cocina. Todo a cuenta de la fraternidad de San Sebastián. Los religiosos que la han ido habitando se han hecho con una lavadora