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150 Capítulo I I — Sociografía evitar todo tipo de relación íntima con una mujer (69,6 % ). Por otro lado se percibe una inseguridad frente al hecho de que la falta de una relación afec­ tiva con la mujer puede resultar negativa para la madurez de la personali­ dad. El 53 % cree que sí, pero otro 53,3 % juzga que esa falta no es ne­ gativa. Coinciden en que hoy no es tan fácil vivir la castidad, pero opi­ nan que los sacerdotes no religiosos deben, a ejemplo de Jesucristo, renun­ ciar al matrimonio. 6. El trabajo y el apostolado La vida moderna ha introducido a los religiosos en un ritmo nuevo de trabajo. En otros tiempos, bastaba de alguna manera la contemplación para justificar la existencia de la propia vida religiosa. Pero ahora, cuando los elementos de la vida contemplativa han ido desapareciendo, se destaca más la necesidad de un trabajo verdadero, no sólo como medio de subsis­ tencia, sino también como medio de realización de la vida de un religioso. En 1968 se pregunta a los religiosos si en los conventos existe un trabajo suficiente, capaz de llenar plenamente la vida de un religioso. Las res­ puestas ponen de manifiesto la existencia del problema de la desocupación. Los religiosos menores de treinta años juzgan que en nuestras casas no hay tareas capaces de llenar la vida de todos los religiosos que viven en ellas. El 55 % de los religiosos comprendidos entre los 30 y 35 años creen que hay trabajo para el que quiere, tiene iniciativa y valentía para lanzarse. El 45 % restante piensa que no hay trabajo suficiente. Los religiosos ma­ yores de 55 años opinan que el trabajo de la semana debe ser leer y pre­ pararse intelectualmente para el ministerio. La consulta general da como resultado que el 7,3 % de nuestros reli­ giosos están de acuerdo en que hoy el religioso debe trabajar como todos los demás, si quiere ser aceptado por la sociedad actual. Sin embargo, no existe acuerdo en el tiempo de trabajo. Según el 50,9 % el religioso debe dedicarse exclusivamente a ministerios sagrados, mientras que el 47,2 % creen que debe dedicarse también a trabajos profesionales. Ya en 1968 se perfilaban claramente tendencias opuestas en este campo. Los religiosos menores de 39 años afirmaban que era necesario introducir el trabajo no