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Trienio 1972-1975 119 restauración de la provincia y el fin del trienio. El definitorio provincial pensó con tiempo en la preparación de dicha celebración. Nombró a una junta, que programó una notable lista de iniciativas. El definitorio aprobó dos: publicación de la bibliografía de la provincia en los 75 últimos años, y la preparación de un libro conmemorativo, que reseñase la historia y la vida a partir de 1950. Fueron marginadas de momento otras publicaciones, como la que quería recoger todas las cartas circulares de los ministros pro­ vinciales, o el segundo volumen de la historia del P. Celestino de Añorbe. Los superiores, por su cuenta, han dedicado atención a la celebración del aniversario. El P. Aurelio Laita se ha dirigido a la provincia con fecha 18 de mayo, explicando en una extensa carta el sentido auténtico de la cele­ bración; queda puesto de relieve el papel que juega el hecho de la «pro­ vincia» en la vida franciscana y se adelanta la mística que debe envolver los actos de nuestras fraternidades. La carta, junto con el guión litúrgico preparado por el P. Rufino Grández, ha servido para centrar la celebra­ ción del acontecimiento y darle un profundó contenido religioso, sin adherencias externas. La misa y la mesa de fraternidad han reunido a los hermanos en esta jornada de revisión, de eucaristía y de compromiso, cuando ponemos fin a esta reseña. Pero no sin hacer alusión a la terminación del trienio. La fraternidad provincial ha elegido a los 27 delegados para el capítulo; funciona la co­ misión coordinadora del capítulo provincial, que será electivo y tratará algunos temas exigidos por las constituciones o por la urgencia de los mismos. Los hermanos «censores» revisan los libros. El ministro provincial gira la última visita de despedida a todos los religiosos, incluidos los que trabajan en Europa en la migración. Se aprecia cómo va terminando otro eslabón de la cadena.

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