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112 Capítulo I — Cinco lustros de mayo de 1975, dedicada al recuento de votos para delegados capitulares. Este descenso puede deberse al momento peculiar que está viviendo la provincia, a la intervención del consejo provincial, a planteamientos teóricos sobre ejercicio del gobierno sin olvidar ciertos factores humanos, como el de impopularidad del intervencionismo, la intangibilidad de las personas y la dificultad de dar cara a situaciones conflictivas. En este sen tido debe explicarse que asuntos que antes se solucionaban en una reu nión definitorial hayan durado todo el trienio, dando impresión de titubeo y de lentitud. Ciertos factores ambientales se interfieren irremisiblemente en el trabajo del equipo definitorial. El gobierno comenzó apoyándose firmemente, como en trienios pasa dos, en las reuniones de superiores locales, que siguieron demostrando su validez en problemas concretos como la programación de los cursos de formación permanente, o en orientaciones generales, como las referentes al principio del curso escolar o etapa ministerial. Además de las tres, celebra das en los meses de septiembre o de octubre, se convocó una extraordinaria en febrero de 1974, en la que se revisaron los acuerdos sobre programación de actividades, forja de la fraternidad, reflexión comunitaria sobre el do cumento de Taizé, etc. El consejo provincial inició sus tareas trienales con nuevos represen tantes de las fraternidades y con la matización de su reglamento. Se busca ba mejorar la representatividad y la eficacia de sus reuniones. Se cele braron las de reglamento y otras extraordinarias a fin de obtener la opi nión de las fraternidades en problemas como la formación permanente de los religiosos, la concesión de coches a las fraternidades, el destino de nuestros inmuebles y la creación de bibliotecas centrales en la provincia. Imposible reseñar esta importante actividad; aunque pueden valer de muestra los datos. Aquel consejo que estudiaba el tema de la formación permanente, partiendo de los programas del movimiento «por un mundo mejor», y que dio lugar a una moción firmada por cinco religiosos, que ponían de manifies to que en el consejo se estaban desplazando los problemas más vitales, y proponían temas más comprometidos, como el proceso de la liberación, tipos de fraternidades, pastoral misionera y enfrentamiento general. Tam bién se aludía al progresivo envejecimiento de la provincia. La moción pareció estentórea, pero produjo un fruto inmediato: el estudio sobre el envejecimiento de la provincia. La ponencia presentada a la siguiente se
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