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Trienio 1972-1975 109 A la hora de la verdad, los resultados fueron los siguientes. Minis­ tro provincial, P. Aurelio Laita, 39 años, reelegido, al segundo escrutinio con 30 votos. Obtuvo una fuerte votación el P. Jaime Zudaire. Primer definidor, P. Eugenio Arrióla, 59 años, a la segunda votación con 30 votos; para vicario provincial, al primer escrutinio. Segundo definidor, P. Luis Sarriés, 37 años, a la segunda con 36 votos. Tercer definidor, P. Ru­ fino María Grández, a la primera con 36 votos. Cuarto definidor, P. Elias Cabodevilla, secretario provincial, 31 años, a la tercera con 39 votos. Media del equipo definítorial 40’2 años, el más joven de los últimos decenios y quizás de toda la historia de la provincia. El capítulo escuchó informes importantes sobre economía y adminis­ tración, sobre campos de apostolado: Dallas, Filipinas, Ecuador, Agua- rico y Chile. Tomó determinaciones sobre fraternidades nuevas, noviciado, envío de personal eficaz a Chile y sobre la vida de pobreza y uso social de los bienes de nuestras casas. A partir del día 5 de julio los superiores se dedicaron a visitar las casas y a cambiar impresiones con los religiosos. Creemos que nunca se tuvo más en cuenta el carisma de las personas antes de confeccionar las familias conventuales. Se puso al frente de las fraternidades a un equipo de religiosos jóvenes y de edad media. Se dio el caso poco corriente de un religioso que tomó posesión de su gobier­ no, en el convento de Zaragoza - San Francisco, vivió allí varios días y renunció al mismo; en la operación colaboraron los seglares, que elevaron una reclamación a los superiores y al arzobispado para que el religioso en cuestión, Miguel María Andueza, no fuese trasladado, sino que siguiese al frente de una comunidad de base en el barrio de capuchinos de Pamplona. El padre provincial expuso en público los criterios que habían presidido la formación de familias, así como los problemas insoslayables de la provin­ cia: vocaciones, afianzamiento de las fraternidades y acción de los supe­ riores. 2. Contexto socio-religioso Después de los estallidos postconciliares, la teología de la iglesia ha sufrido una bajada de volumen, saludable para su consolidación y efec­ tividad. Lo que no quiere decir que el camino esté recorrido y el horizonte