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Trienio 1969-1972 99 vincial escribió una carta a la fraternidad de Zaragoza, al constituirla como casa noviciado, a fin de que se crease un ambiente apto para favorecer el progreso espiritual de los novicios. Parece que humanamente se hizo cuanto se pudo. Pero la nueva ubicación resistió poco tiempo. Al cabo de un año se ensayó el envío de novicios a la provincia de Valencia. Dado el continuo encarecimiento de la vida, la economía provincial elevó en lo posible las pensiones mensuales de nuestras casas de for­ mación. 6. Aspectos de gobierno El gobierno personal del trienio se encauzó a través de las visitas ca­ nónicas, aunque no anuales por diversas circunstancias, imprimiendo en la de 1970 mucho del programa que llevaba el padre provincial como nor­ ma de gobierno. Recurrió con frecuencia a la orientación de los religiosos a través de cartas, además de las notificaciones. Hemos podido contabili­ zar una veintena de cartas, fuera de las destinadas a anuncios protocolarios. Algunas de ellas muy extensas, de gran realismo, y con amplio contenido de doctrina eclesial y franciscana. La dirigida después de la reunión de superiores de 1969, la de preparación del capítulo provincial extraordina­ rio, la de comienzo del curso 1971-72 o la dedicada a la pastoral directa podrán ser recordadas por su contenido de gobierno, iluminación, cer­ canía a los religiosos, realismo y tensión renovadora. Este gobierno personal revistió en ocasiones gran movilidad de personal, no ahorrando esfuerzo por colocar a los religiosos en los puestos más aptos para su realización; por julio de 1970 se podían contar unas tres docenas de traslados de religiosos. A veces coincidían con religiosos problematizados, a los que se procuró ayuda y soluciones; aunque no siempre se acertara. Lo cierto es que en el gobierno se buscaba el tratamiento adecuado a cada religioso a fin de que se sintiese en un clima óptimo para su vida religiosa y para su rendimiento apostólico. En tal gobierno se vió siempre acompañado por su definitorio, con el que celebró 35 reuniones de gobierno, siempre en un clima de gran colabo